¿Cuál fue la razón? (TERMINADO)

El incidente

-Narra Alessandra-

-¡Alessandra despierta por favor!

Una luz brillante se presenta enfrente de mí, estoy acostada en una camilla de hospital con unas cuentas agujas colgando de mis brazos y un líquido extraño cayendo de mi cuello y cara. Puedo noticiar la sangre cayendo por minúsculas gotas.

¿Hospital?

Luego de quedar medio ciega a causa de la luz volteo a mi alrededor y está mi madre enfurecida con mil lágrimas en los ojos y mi padre con un gesto de preocupación que no veía desde que abandonó la familia. Ambos estaban a mi lado sosteniéndome de la mano.

-¿Qué pasa?-pregunto con un hilo de voz incapaz de poder hablar.

-Lo mismo me pregunto yo...-dice mi madre con ternura mientras limpia sus lágrimas y desvía su mirada a la esquina de la sala.

-No lo entien...-me interrumpe bruscamente señalando la esquina en donde está un chico muy apuesto, que parece ser alguien con quien estuve en la fiesta anoche.

-Tal ves él sí, fue el único que estaba contigo en el incidente.

¿El incidente?

¿Qué demonios?

-Disculpe señora, yo no debí haber venido, y creo que me retiraré ahora mismo, así talves puedan hablar tranquilamente -frunce el ceño confundido y me ve directo a los ojos por fin.

Típico galán de ojos café oscuro, que tiene un trance especial que combina con su pelo ondulado y algo alborotado y sin mencionar lo bien que le quedaba su camisa azul teñida de sangre...

Alto ¿Qué?

Sangre...¿mi sangre?

-Quédate...-digo rápidamente interrumpiéndolo.

Comienzo a recordar poco a poco todo sobre la noche anterior y sobre quién era él y por qué estaba ahí conmigo.

-Hija, ¿Qué ocurre con él? Juro que si él es el responsable de este acto la pagará muy caro...¿me escuchó jovencito?- lo señala con desprecio como si él tuviese algo que ver con esto.

Aunque en realidad sí, mucho que ver...

-Lo puedo explicar, mi nombre es Leonardo y soy un compañero de ella, así que me preocupé cuando su amiga Emma me contó que estaba en el hospital-sonríe fingidamente.

Los tres salen de la habitación y al cabo de algunos minutos se escuchan pasos acercándose, así que debo fingir que sigo sin saber nada.

Estaba en una fiesta, es todo lo que sé.

Leonardo entra a la sala en la que estoy y me mira fijamente hasta que nota mi nerviosismo y suelta algunas palabras.

-¿Me recuerdas? -sonríe confiado esperando mi respuesta.

-Leo, tú eres el culpable de todo esto y lo sabes -respondo de manera retadora alzando mis cejas.

-Te pido una disculpa Alessa, lo lamento mucho...-dice bajando la mirada.

- Leo no te pedí que todo esto pasara, yo quería salir de los problemas, no meterme en más.

-Escucha, sé que no recuerdas todo lo que pasó en realidad, ni en qué orden ocurrió todo, así que me gustaría tratar de explicártelo.

-Intenta -titubeo porque obviamente si recordaba que había ocurrido.

-Me pediste ayuda para olvidar a tu ex novio Luca, aún sabiendo de de mis defectos en cuanto fiestas y chicas, entonces me seguiste hasta allí luego de la escuela, ¿voy en lo correcto?

-Patán...-fruncí el ceño sabiendo que todo era verdad.

Al principio el sonrío porque sabía que yo tenía toda la razón al respecto de su patanería  y continuó.

-Bien, entramos juntos a la fiesta y luego de algunos tragos las cosas se descontrolaron, la estábamos pasando muy bien juntos, estábamos bailando, charlando y...-hace una pausa.

-¿Y...? -pregunto con miedo de que conteste con un "nos besamos toda la noche".

- ¡Ah claro! Y Anne, mi novia, llegó de sorpresa...-responde agarrándose la barbilla.

-Claro, recuerdo que estábamos en el sofá preparando unos tequilas, ¿no es así? -pregunto esperando que no diga otra cosa.

-No recuerdo que solo estuviéramos haciendo eso- comienza a reír frenéticamente y esconde su cara entre las manos mientras se sonroja entre risadas.

-¡Leo! ¡No seas bobo! -río algo furiosa ante él sintiendo como me sonrojo a su vez.

-Luego de eso recibí mi bofetada y tú dijiste que saliéramos de allí, yo te lo negué y es aquí donde viene mi error...-se rasca la cabeza nervioso antes de continuar.

-¿Que ocurrió después?

-Luca llegó a esa fiesta y se abalanzó contra mí, luego quise que te quedaras adentro pero me seguiste, y uno de los golpes de Luca que iba dirigido hacia mí chocó en tu labio cuando trataste de defenderme, lo cual fue dulce pero obviamente no la mejor decisión...-mira mi labio con lástima mientras yo río mientras recuerdo todos mis actos estúpidos de esa noche y al cabo de un rato empieza a reír conmigo.

-¿Luego que pasó Leo?

-Te llevé a mi carro, lo cual es raro porque nunca hablamos en todo el curso ya que tú siempre fuiste de las inteligentes del salón y yo nada más que un patán de primera, se podría decir que fue extraño.

-Lo es, pero necesitaba una salida luego de los abusos de Luca -respondo con una sonrisa.

-Encendí el motor mientras tu estabas desmayada en mis piernas y decidí dirigirme aquí cuando me di cuenta que tu labio comenzaba a sangrar y gracias a que el golpe fue en contra de una pared, tu cabeza también salió afectada-miro directamente hacia mí.

-Está bien, entendí todo y te agradezco por haber sido el "héroe" pero no quiero que esto cambie las cosas, me gusta ser yo y tú seguirás siendo tú, ¿me entiendes?

-¡Claro! Yo en lo mío, tú en lo tuyo, y esto jamás ocurrió.-sonríe como si nada hubiera pasado.

-Gracias, ¿podrías llamar a mi...-interrumpe

-¿Mamá? Claro, yo me retiro, y será un gusto olvidarte-sonríe y sale de la habitación.

Linda sonrisa, lindos ojos, lindo peligro...

No lo entiendo

Mi mamá entra y me pregunta si conozco al muchacho, mientras yo solo pienso que ya le conozco hasta los labios, pero me resigno a decir que fue el héroe ante un abuso de Luca en la inocente fiesta de mis mejores amigas Emma y Allison.

Al siguiente día despierto feliz porque sé que me darán de alta. Luego de bostezar algunas veces observo mi alrededor y no hay nada más que la ventana con el sol saliendo, la televisión aún encendida y un globo enorme color celeste con la inicial "L".

Creo que es hora de perdonar a alguien...

Querido Luca, te espero en casa.