Los gritos se volvían a escuchar por fuera del pequeño apartamento que la pareja compartía. Dentro, la televisión transmitía un programa de comedia, haciendo un gran contraste con la pelea verbal que estaba siendo realizada por los dueños del recinto.—Hoseok, ya basta, esta discusión no tiene sentido —hablo el mayor, tomando su abrigo y comenzando a buscar sus llaves.
—No te iras—demando— Debemos arreglar esto.
—¿Quien te crees para mandarme, imbécil?—gruño Yoongi tomando el objeto buscado anteriormente con fuerza— Arregla esta mierda por tu cuenta, no debes meterme tus problemas por el culo, ya tengo suficiente con los míos.
—Yoongi, somos una jodida pareja, se supone que debemos ayudarnos y apoyarnos—exclamo Hoseok, agarrando sin delicadeza el brazo de su mayor.
—¿Yo vendí el local? No, tu solito te hundiste en ese problema—suspiro—Yo podía ayudarte con tu estudio de baile.
—¡No me interesa mi estudio en este momento, mi padre se esta muriendo!—grito enfurecido, soltando al más bajo para luego tirarse al piso—Solo quiero que me prestes un poco de dinero, no me alcanza para el tratamiento—explico apoyándose en sus rodillas.
—Hoseok, ¿estas consciente de las cosas que hizo tu padre?, ¿entiendes que yo necesito ese dinero para mi futuro?—pregunto molesto, con el rostro rojo y las venas de su cuello sobresaliendo por la ira contenida.
—Por favor Yoongi—pidió abrazando las piernas del azabache con cuidado—Prometo devolverte el dinero... Por favor— suplicó con voz quebradiza, estrujando los pantalones del rubio con sus temblorosas manos, intentando contener las lágrimas provocadas por la humillación que estaba sintiendo en ese momento.
—Hoseok... tu padre mato a mi hermano.
El castaño rompió en llanto, sollozando con fuerza al escuchar las palabras dichas por su novio.
—L-lo siento... De verdad lo siento—se levanto del piso con el cuerpo temblando bruscamente. Empujo ligeramente al de baja estatura y salio por la puerta, dejándola abierta.
Yoongi la cerro.
—¿¡Que mierda hiciste Hoseok!?—entro al departamento dando un azote a la puerta, el nombrado lo miro indiferente.
—No hice nada—contesto aparentando calma e indiferencia ante los ojos furiosos del pelinegro.
—¡Eres un estúpido! —se acerco al chico y lo tomo por el cuello de la camiseta—¿¡Siquiera estabas en tus cinco sentidos!?
—Yoongi, no me grites—reprocho tratando de mantener la compostura para no volver a pelear con el pelinegro.
—¿Es verdad Hoseok?—la mirada del mayor cambio a una de angustia—¿En verdad hiciste algo tan estúpido?
—Ni siquiera se de lo que estas hablan—no llego a terminar la oración por el golpe en su mejilla, el lugar quedo en silencio por dos segundos.