Cementery Drive

¡Dead!

(Helena)

Frank y Gee se quedaron despiertos hasta tarde, en cambio, yo me quedé lanzando cuchillos a la pared, una y otra vez.

Dieron las dos de la tarde cuando Frank preparó la comida, ambos se sientan a comer y los acompaño para recordarles que nos hace falta un plan.

~Faltan tres horas para el encuentro y no podemos llegar sin un plan, ¿ideas?

~Bueno, en primera, debo llegar yo solo.

~¡Ni creas que te dejaremos ir solo!

~Aguarda Gee, aún no he terminado de hablar, según Mikey llegaré solo, pero tú y Helena quedarán ocultos cerca de mí.

~ Perfecto, y cuando Mikey se acerque a tí creerá que solo quieren hablar, entonces ¡Boom! Gee le dispara y yo le arrojo un auto.

~Fantástico, después lo entregamos a la policía.

~¿Cómo que a la policía? Se que aún lo quieres, ¡pero debe morir!

~Entiendo.

~Al menos ya sabemos que hacer, solo relájense, esto se pondrá intenso.

~No lo dudo.

Media hora antes del encuentro, el ambiente del hogar estaba lleno de tensión con Gerard hecho un ovillo con ambas manos enterradas en su cabello sobre el sillón, repitiéndose a sí mismo "Tengo que matarlo, tengo que matarlo..." sin parar, Frank, por su parte, iba de un lado a otro pasando frente a su amigo cada 10 segundos, pero el decía cosas distintas como "Soy un estúpido, nunca debí de meterme en esto, ¿Qué mierda estaba pensando?" Ya no aguantaba a estos histéricos.

~A ver par de idiotas -encamino los cuchillos de la cocina hasta hacerlos mirar a los rostros de ambos- Se calman, porque se calman.

~Como digas.

~Seguro.

~Salgamos de aquí, toma tiempo llegar al parque... Gerard, ¡Gerard!

Tomó unos cuantos minutos hacer que Gerard dejara el drama y quedaba poco para la hora antes fijada.

~Me agrada ese arbusto -dije señalando justamente un arbusto frondoso de altura media- Es un buen escondite.

~Te acompaño.

~Y yo, hablaré con Mikey.

~Hasta aquí llegamos nosotros, ya puedo ver su rubio teñido.

(Frank)

~Okay -dí unos pasos más y logré ver a Mikey terminando un helado- Hola Mike's.

~Hola Frank, llegué temprano porque quise comer un helado, creí que tardarías en llegar, me disculpo, no compré uno para ti.

~No te preocupes por eso, yo solo quería hablar.

~Vamos Frank, no mientas, tú no quieres hablar, quieres correr.

~¿Qué? -me paralicé en segundos y solo pude seguir balbuceando.

~Exacto, también puedo ver que ese bulto en tu chamarra es un arma y no un celular como planeabas decirme si se me ocurría preguntar.

~¿Tú sabías que...? 

~Claramente la discreción no es tu elemento, veamos... ¡Gerard, Helena, pueden salir de ahí!

~Pe-pero G-gee no esta aquí. 

~Sabes que no soy un tonto, desde aquí alcanzo a ver su cabello, ¿o me dices que al arbusto le crecieron hojas peludas color rojo?