Hoy era un día triste para la mayoría de los habitantes de South Park, ya que la mayoría conocían a ese pequeño, ese de pelos pelirrojos, de ojos esmeraldas, llenos de vida, ese con una ushanka característica de color verde lima, ese mismo pequeño que otro pequeño añoraría toda su vida.
Se prendieron las velas de luto en el funeral de Kyle Broflovski, quien había muerto por un asesinato, un cruel y sanguinario asesinato.
Todos estaban tristes por su perdida, pero tal vez ni lo que siente su familia se compara a lo que siente en este momento un pelinegro, con ojos azules, que antes estaban llenos de resplandor, pero ahora esa luz se había apagado, tal vez por siempre. Su nombre es Stan Marsh y era la pareja del fallecido niño. Jamás se lo contó a sus padres, Kyle mucho menos, los dos hacían un buen trabajo en encubrirlo, pero cuando estaban sólos, todo eran caricias, apodos y besos.
Tomaba en sus brazos unas flores que Kyle le había regalado ayer, unas rosas azules, eran las favoritas del pelinegro, jamás las soltaría, era lo último que el pelirrojo le había regalado.
Sus recuerdos le atormentaban cada vez más al ver la tumba de su novio, como aquella vez que Kyle le robó un trozo de pizza pero por《accidente》terminó en un beso por el queso de esta, imitando la famosa escena de《la dama y el vagabundo》o aquella vez en la que Stan había tomado de más y Kyle le llevó a su casa, sólo para tranquilizarlo, porque había tenido una discusión fuerte con sus padres.
Todo eso se le hacía un nudo en la garganta y un dolor incontrolable en el pecho. Suspiró pesadamente, tenía el derecho de llorar, ¿No? No se resistir más, y unas pocas lágrimas cayeron por sus mejillas, que poco a poco se convertían en más y más hasta que el pelinegro tenía toda su cara empapada. Tenía ganas de gritar, pero, ¿Para qué? Kyle ya no estaba más con él, y lo sabía. Todo sería puro discurso inútil, ¿No es así?
Siguió viendo su tumba por minutos que se fueron convirtiendo en horas, realmente no podía, no podía creer como ayer estaban viendo unas películas en Netflix y hoy él estaba presente, llorando y murmurando cosas a la tumba de su pareja. -Ojalá pudiese descubrir quién fue el hijo de puta- Sollozó y golpeó la tierra de al lado de la tumba, no podía contenerlo, no ahora.
Siguió insistiendo en eso hasta que se calmó un poco -Ojalá estuvieses para hoy- Dijo depositando unas bellas rosas rojas, las favoritas del pelirrojo -Feliz tercer aniversario, Kyle- Musitó.
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Todo empezó en un día como hoy. // ➡ Style ⬅ // ONE SHOT
Short StoryHabían empezado a ser novios hace 2 años, simplemente por un《Te amo 💖》no intencional en un chat en Facebook por parte de un joven Stan de apenas 8 años. Pero, hoy, sí, hoy, era el peor día de su vida. Rosas azules...