Hasta El Último Aliento

PELEAS

-Viv ya basta. Abre la puerta.... - lo escucho desde el otro lado de la puerta.

-No. Estoy enojada contigo. Me abandonaste. Tuve que terminar de ver esa horrible película sola.

-Nena fue una emergencia. Estoy muy cansado. Vamos ábreme.

-Te fuiste a la 1 de la mañana y no regresaste. Que esperas que piense de eso.

-Amor, es trabajo. Y se le llama emergencia cuando no importa la hora. Esto no era un simulacro. Fue algo muy fuerte. Quiero recostarme por favor. Me cayo un fierro sobre el brazo y estoy cansado.

Bueno. Eso si me conmovió un poco. Estaba herido. O sea que si estaba en el trabajo. Además no quería pensar en la idea de que se haya ido a encontrar con la mesera.
Abrí la puerta y lo deje entrar a su propio cuarto. Irónico ¿no?
Él entró callado y se sentó en la cama.

-¿No volviste a entrar en la cama? - me preguntó extrañado.

-No.

-¿Dormiste en el suelo? - dijo sorprendido.

-No dormí. - cambio su gesto a uno más sorprendido - te... te estaba esperando.

Me tomó del brazo dirigiendo mi cuerpo al suyo para sentarme en su regazo.

-¿Qué paso? ¿Hay algo que quieras decirme? - me dijo abrazandome. Pude ver que el brazo que tenía él apoyado en mis piernas era el herido. Estaba muerto e hinchado, mientras que el otro sostenía mi cintura con firmeza.

-Primero dime que paso. - pedí frotando su brazo que Más arriba se encontraba morado.

-La gente se volvió loca. Tal vez porque eran nuevos empleados y no vieron este tipo de emergencia. Yo tenía estas en Brasil toooodo el tiempo.
Solo que algo se rompio en el tercer piso y cayo por las escaleras. Yo estaba corriendo de un lugar para el otro y parte de su caida fue en mi brazo. Nadie se dio cuenta, y si, dolio muchisimo. Pero rápido continue haciendo mis cosas y trate de olvidar el dolor.
Pero ya estoy bien. Ya estoy aquí, contigo.
Lo abrace fuerte tratando de no tocar su brazo herido. Él me devolvió el abrazo con la otra mano y me separo de su cuerpo.

-¿Qué pasa amor?

-Tenía miedo de perderte. No quiero hacerlo. Siempre he querido estar contigo desde que te vi por primera vez. No importa cuantas veces te lo diga, es la verdad. Quiero vivir contigo y conocerte y que me conozcas. Quiero dejar que me ames y amarte con cada parte de mi ser.
Porque te amo Jorge, te amo tanto que no tienes idea, tanto que ahora duele. No soportaría no tenerte conmigo. Si me dejas, no sabría que hacer.

Y lloré. Lo abrace y lloré como una niña. Él me besaba la frente tratando de entender lo que ocurría conmigo y con una mirada asustada.

-Mi amor. Mi vida. Te amo, te amo, te amo. ¿Por que dices esas cosas?

-Me encontré con Hugo o más bien. Él estaba esperandome en la puerta de la universidad. - dije dejando de llorar.

-Te hizo algo. ¿Qué te dijo? Lamento que te hayas encontrado con él.

-Él me mostro fotos de tu y ella juntos. Me dijo que todo este tiempo se han estado viendo y me dijo que se verían esta noche. Que le habías dicho que querías arreglar todo en la noche. No quise creerle. Pero entró temor dentro de mi.

-Le creiste. En serio no confias en mi. - dijo serio.

-Confio y confié en ti. Pero también tuve la necesidad de sentirte y estar junto a ti. Tenía miedo. Pero el estar conmigo relajo toda mi mente hasta que saliste de golpe. Todo se volcó en mi mente y no sabia que hacer.