Matthew.
No sé de donde saqué tanto valor para contarle todo a Ashley, pero creo que es porque sé que ella no me traicionará, lo siento, aunque tenga un poco de miedo, siento muy dentro de mí que Ashley es diferente. Le he dicho hasta lo que siento por ella, le dije que la amaba y es que es verdad, amo a esa chica, no puedo creer que en tan poco tiempo me haya enamorado de ella, que en tan poco tiempo ella se haya vuelto una necesidad, que sea tan importante para mí y no sé por qué siento que mi felicidad dependerá de ella... Me estoy aferrando demasiado sabiendo que detrás de ella hay miles de chicos y uno de ellos es Tyler que justamente viven en la misma casa y ella podría enamorarse de él en cualquier momento. No quiero perderla, me la estoy jugando y a estas alturas no me siento ni siquiera ganador y me emputa eso.
_Matt ¿Dónde me baño?_ Me pregunta ella detrás de mí.
Yo volteo y me encuentro con su hermosa cara angelical, Dios, es preciosa.
_Sígueme_ Le digo.
La dirijo a una habitación que tiene su baño privado, la habitación es una de las más bonita de la casa, claro, aparte de la mía
_Iré a buscarte una de mis camisetas para que te la coloques mientras esta lista tu ropa, ahorita viene mi Nana, deja tu ropa visible en cualquier parte para que ella se la lleve, te dejaré la camiseta encima de la cama_ Le digo.
_Claro, está bien, muchas gracias_ Ella me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.
Ella entra en la habitación y cierra, yo me dirijo a la mía y me desvisto de una vez, me meto al baño y duro como veinte minutos debajo del agua... Me siento diferente, me siento ¿Feliz?, no sé, decirle todo a Ashley me hizo sentir bien, como que es verdad lo que dicen, que desahogarse ayuda a las personas. Mi tío quiso muchas veces llevarme a un psicólogo pero yo me negué a aquello, era una ridiculez. Salgo del baño, me visto con simplemente unos jean, me quedo descalzo y sin camisa, luego me la coloco. ¿Qué más hago?... ¡Mierda!, Ashley debe de estar esperando la camiseta.
Busco en mi closet una camiseta que me quede un tanto grande y salgo de la habitación... Me dirijo a donde esta ella y abro la puerta sin tocar, quedo con los ojos como platos.
Está en ropa interior, mirándome con vergüenza, pena, de todo, tiene las mejillas coloradas.
_Lo siento, pensé que aun estabas en el baño_ Le digo.
_Pues entonces.... ¡No mires Matt!_ Me dice ella y yo rio.
Ella intenta cubrirse, yo cierro la puerta de la habitación y me acerco a ella, detallo cada parte de su cuerpo, es perfecta, tiene unas curvas impresionantes, unas caderas y sobre todo unas piernas preciosas, su abdomen es plano, senos redondeados, o eso es lo que puedo ver encima del sostén, su piel es blanca y se ve tan delicada.
_Eres preciosa_ Le digo acariciándole la mejilla _Eres perfecta mi ángel_ Digo y la beso, ella lo responde, yo la abrazo por la espalda y acaricio su piel, es tan suave como lo imaginé, nos separamos y ella agacha la mirada al suelo _¿Qué sucede linda?_
_Nada Matt_ Responde ella en un hilo de voz.
_Dime princesa, ¿Qué pasa?_
_Es solo que se me hace incomodo que estés aquí, osea, estoy semi desnuda, nadie me ha visto de esta manera, es un poco vergonzoso y me siento extraña_
_Claro nena entiendo, lo siento, aquí tienes la camiseta y discúlpame_
Ella sonríe y toma la camiseta.
Yo salgo de la habitación. Dios, de solo verla y besarla, sentir su piel ya tengo una erección. ¿Qué mierda me pasa?, se supone que yo excito a la mujeres primero, yo tomo el control, ella... Ella me ha enloquecido.
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¿Con quién me quedo?
Teen FictionAshley Brawn, una venezolana que viaja a México para comenzar sus estudios universitarios, vivirá en casa de una amiga de su madre, al llegar ahí se sorprende al darse cuenta que compartirá la casa con cuatro chico, de los cuales uno de ellos es Tyl...