Narras Tú:
Fue una tarde muy agotadora; cansada y de mucho dolor. Al día siguiente, me encontraba en mi habitación mirando al techo. No tenía ánimos de comer, caminar, hablar, mucho menos de respirar. Solo estaba allí acostada, esperando que el techo me hablara.
-Oye, preciosa. Debes salir de aquí en algún momento. –Dijo el ojiverde, distrayéndome de mis pensamientos.
-Harry, ya te dije que no tengo ganas. –Dije sin poner mi mirada en él.
-______, llevas aquí desde ayer. Al menos debes comer algo, de lo contrario, te puedes hacer daño.
-No tengo hambre. –Dije cortante.
-Oye. –Susurró y comenzó a acercarse para sentarse en la cama. –Ya sé que es algo difícil para ti. Para nosotros también lo es, pero quedarte aquí acostada no va a hacer que tengas mas bebés. –Dijo en tono de burla. Lo que hizo que lo fulminara con la mirada. Rió un poco. –Lo siento, lo siento. ¿Al menos irás a las clases?
-No tengo ganas de nada, Harry. Ya te lo dije. –Volví a mirar al techo
-De acuerdo, entonces vas a tener que pelear con tu amiga, porque no va a aceptar un ‘no’ como respuesta. –Dijo levantándose de la cama para irse.
-Oye, Harry. –Se detuvo.
-¿Si? –Volteó a mirarme.
-¿Distraerías a Val por mi? –Le regalé una sonrisa falsa.
-Mmm, lo voy a pensar.
-Anda, Harry. Te lo ruego. –Hice puchero.
-De acuerdo. –Sonrió y sonreí victoriosa. Harry era demasiado fácil de convencer en algunas cosas. –De hecho, Niall estaba preguntando por ti. Salió a hacer unas cosas, pero no debe tardar.
-Gracias, Harry. –Volví a mirar el techo. Me sentía culpable y tan mal conmigo misma. No podía creerlo aún. Al principio no podía hacerme la idea de que sería madre y ahora no puedo soportar que no lo seré. A veces me pregunto si fue demasiado rápido…? Pero ya no puedo hacer nada. Un ruido me distrajo de mis pensamientos. Era mi teléfono. ¿Quién quería molestarme en un momento como este? Fui en busca de él. Era una llamada.
-¿Hola? –Contesté.
-Hola, ______. Es Kelly. –Respondieron.
-Uhm, ¿Kelly? –Pregunté algo confundida.
-Si, la amiga de Niall. –Dijo algo tímida.
-Claro, lo sé. ¿Pero por qué me llamas?
-Bueno, es que debo decirte algo muy importante. –Dijo nerviosa.
-¿Todo está bien? –Pregunté algo preocupada.
-No exactamente, pero no puedo decírtelo por teléfono. En unos días estaré en Italia y de hecho te ayudaré en algunas cosas. No puedo decirte mucho, ya me tengo que ir.
-Pero...
-Oh, y lamento lo de tu bebé. Niall estaba muy emocionado al igual que yo. Ahora si me voy, adiós. –Cortó. No entiendo, Kelly quería decirme algo lo suficiente importante como para ¿viajar a Italia? De nuevo ese ruido me distrajo de mis pensamientos. Era una llamada otra vez.
-Uhm, ¿Kelly? –Contesté.
-No. –Contestaron. Era una voz masculina muy fuerte. Era gruesa y muy ruda. Esto me asustaba. –No voy a decirte quien soy, pero le hemos estado advirtiendo a tu noviecito que se aleje de ti y no obedece. Se lo advertimos muchas veces, y le vamos a pegar por donde más le duela. Te lo digo porque tú eres lo único que tiene y si tú no te alejas de él ni el de ti, van a sufrir peor que ayer. Ayer solo fue una migaja de lo que podemos hacer. No te metas en problemas, ______. No lo hagas. –Cortaron. ¿Qué? El teléfono se resbaló de mis manos. Cayó al suelo dejándome frisada. ¿La muerte de mi hijo/a fue provocada? ¿Por qué me hacen esto? Las lágrimas comenzaban a salir. ¿Qué no tienen vida esos malditos infelices?
Narra Niall:
Me tomé el día para buscar la dirección de aquella casa que mi _______ había heredado. También tomé un poco de tiempo para reflexionar. Kelly vendría en unos días y yo quería salir de ese hotel. Necesitaba espacio, tiempo y mi ambiente. Llevaba horas buscando la dirección, calles y calles, pero no encontraba nada. Los nervios habían quitado mi hambre y solo podía pensar en _______. Solo en ella y en la casa. Pregunté a varias personas. Todos me daban la misma dirección, pero la casa parecía huir de mí. Hasta que ya no pude más. El recuerdo, las palabras, sus acciones me comían el cerebro. ______ no se merece esto. Ella merece ser feliz. Y me sospecho que lo que Kelly tiene que hablar con ambos tiene que ver con esto. Hace tiempo Kelly ha estado extraña, diferente. Así que no voy a dudar en obligarme a decir palabra por palabra de lo que ella sabe.
Miré a mí alrededor. Parecía estar en un bosque. A mis lados me rodeaba un hermoso lago, seguido de hermosos arboles todos florecidos. En la orilla podía ver hermosas tortugas paseándose, y de fondo una hermosa y gigante casa blanca. Dos pisos y hermosas ventanas. Pareciera la casa de ricos, pero creo que ya sabía quien la heredaba. Si. Esa era la famosa casa que había estado buscando. La casa que los padres de ______ le heredaron.
-¡Genial! –Susurré. –Es realmente hermosa. –Sonreí. Desde mi auto me acerqué un poco más. Estaba vacía. Y pareciera como si le dieran mantenimiento todos los días. Giré el volante para dar la vuelta y comencé a conducir a la ciudad, donde se estaba quedando mi princesa. Creo que esta sería una buena sorpresa para ella.