One-shot's

Lukanette.

"Mari, yo no te amo, lo siento"

Fueron las última frases que escuchó Mari de la boca del oji-verde antes de que ella saliera corriendo de aquella escena tan triste.

Eran las 12:00pm y aún no había rastro de que ella se habría parado, el cuarto de la chica se sentía frío, las cortinas cerradas y con unas cobijas negras para evitar que los rayos del sol se filtrara en la habitación de la joven era un indicio de que ella no quería ver a nadie y mucho menos del rubio...

Y es que la noche anterior, lágrima tras lágrima, pequeñas gotitas que recorrían sus mejillas carmesí y terminaban su tour en las rodillas de la chica, susurrando una y otra vez "¿Por qué me negó mi amor, por qué?" Y Tikki, su kwami, trataba de tranquilizar a su portadora, pero sus esfuerzos eran nulos, claro era, Marinette estaba rendida.

Quería morirse, quería irse de la faz de la tierra, no quería saber ni de Alya, ni de Ladybug, ni de Chat Noir y muchísimo menos de Adrien, el antiguo amor que sentía por él se había transtornado en ácido dañino para todo aquel que se atreviera a tocar...

(...)

Era Lunes, había pasado un mes, y Marinette había perdido absolutamente todos sus sentimientos, su corazón estaba vacío, sus ojos se habían vuelto de un solo color, azules, no había brillo, ni siquiera sobra, no había ya nada dentro de ese cuerpo. Todos, se habían dado cuenta del cambio de su compañera, especialmente Adrien.

Sonó la campana, dando a entender que era hora del receso y Alya trato de animarla y verle sonreír, pero, sólo veía una falsa sonrisa. Por su parte Adrien quizo disculparse, le habló pero su discurso fue interrumpido por su desinterés de la fémina. Luka, miraba la escena algo entristecido por la chica, realmente no la conocía pero se daba una idea de lo que sucedía.

En cuanto la vio alejarse del oji-verde, camino directamente a ella, pero como si no la hubiera visto.

-¡Lo siento tanto! -grito él, le tendió la mano sonriente.-

-... -no dijo nada, son embargo, al toparse con los ojos del joven de 17 años, reaccionó de manera brusca.- ¡A-Ahh...! N-No te preocupes... F-Fue mi culpa... -tartamudeo, como si tratará de alguien como, como... Agreste.-

-Soy Luka Couffaine ¿Tú? -pregunto en cuanto la joven se levantó.-

-Marinette... -agacho la cabeza tratando de evitar que vieran su sonrojo.-

-Mari, que nombre más bonito... Bueno fue un gusto conocerte ¡Hasta pronto! -se fue corriendo hacia su aula, había tocado la campana.-

-Adiós... Luka... -susurro.-

Se dirigió a su salón, sus ojos, su sonrisa, su sonrojó, todo en ella había cambiado era como si se hubiera prendido la llama de amor y sobretodo, la verdadera Marinette.

-¿Mari, te encuentras bien? -pregunto la morena.-

-Claro que sí -y sonrió...-

Todo había pasado tan rápido, sin embargo, el haber conocido a Luka fue romántico y hermoso a la vez, su corazón había vuelto a palpitar, sus ojos habían tomado brillo, su sonrisa ya no era falsa, pero sobretodo, la alegría de vivir ya tenía un propósito y ese propósito, era Luka, Luka Couffaine.