Necesito tu aliento

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Si alguien le hubiera dicho alguna vez a Tweek que su primer beso sería durante un ataque de ansiedad... probablemente el rubio habría pasado varias horas explicandole a esa persona todas las enfermedades que podían contagiarse por un beso y lo peligroso que era hacerlo.

Precisamente eso había sido lo que había comenzado aquel episodio en el centro comercial.

Parecía una cita normal, sin nada de especial. Solo una cita en el centro comercial para ir a probar el Nintendo Switch antes de decidir cual eligirían para Navidad.

Craig y él habían estado hablando de eso durante meses. Querían pedirle la misma consola a sus padres este año, para asi estar seguros de que podrían compartir juegos y conectarse en línea.

Ya habían probado las opciones de Sony y Xbox... ahora solo faltaba dar el visto bueno a Nintendo para tomar una decisión.

Aquella habría sido una cita cualquiera al centro comercial, como tantas otras habían tenido ya, si no hubiera sido porque aquel día un pequeño fallo eléctrico hizo que el elevador se detuviera a medio camino.

- ¡Agh! – El rubio no pudo evitar dar un brinco aterrado cuando sintió la sacudida del elevador al detenerse de golpe.- ¡¿Qué fue eso?! ¡Oh, dios! ¡¿Qué está pasando?!

- Tweek, cariño... - Su novio lo tomo por los hombros, tratando de detener sus temblores, que a cada segundo se hacían cada vez más violentos, al punto de incluso sacudir un poco el elevador donde solo ellos dos se habían quedado atrapados.- No va a pasar nada. Solo fue un pequeño contratiempo. Lo arreglarán enseguida y ni siquiera recordarás que estuvimos aquí.

- ¡¿No va a pasar nada?! – Tweek ya había llevado sus manos a su cabeza, enredando sus dedos entre su cabello y tirando de sus mechones con fuerza.- ¡¿Tienes idea de cuanta gente muere en elevadores cada año?! ¡Oh, dios! ¡Vamos a caer y quedaremos aplastados! ¡No quiero morir aplastado, Craig! ¡Agh! ¡No quiero que veas mis tripas en el suelo!

¿ desde cuando los temores de Tweek se habían vuelto tan explicitos? Aunque a estas alturas Craig ya se había acostumbrado a su imaginación hiperactiva (que por desgracia solía viajar por los rumbos equivocados), aún no así no dejaba de sorprenderlo la cantidad de detalles que podía poner a veces.

- Bebé, nadie va a ver las tripas de nadie...

- ¡¿Y si intentan rescatarnos y el elevador cae a medio rescate y la fuerza de la caída hace que mi cuerpo quede partido a la mitad?!

- ¿Por qué crees que serías tú quien muriera? – En verdad, en la mente de Craig aquella había sido una pregunta lógica. Quizás eso ayudaría a hacer a Tweek darse cuenta de lo irracional que estaba siendo en ese momento...

Pero no...

Con Tweek un siempre debe estar preparado para lo inesperado...

Y eso fue precisamente lo que paso.

Lejos de tranquilizarlo, aquello hizo que los ojos del rubio se abrieran aún más de lo desorbitados que de por sí estaban normalmente, su boca abierta de par en par en un grito mudo, antes de aferrarse con tanta fuerza a los brazos de su novio que le dejó marcas con las puntas de sus dedos, clavandole ligeramente las uñas a pesar de su chaqueta.

- ¡¡¿QUÉ?!! ¡OH, DIOS!!! ¡NO, CRAIG! ¡NO PUEDES MORIR! ¡NO ASÍ! ¡¿QUÉ VOY A HACER SI MUERES?! ¡¿QUÉ LE DIRE A TUS PADRES?! ¡¿QUÉ LE DIRE A MIS PADRES?! ¡TODOS DIRAN QUE FUE MI CULPA! ¡SI NO HUBIERAS SALIDO CONMIGO NADA DE ESTO HABRÍA PASADO! ¡¿Y QUE VOY A HACER YO SIN TI?! ¡NO PUEDO VIVIR SIN TI! ¡ME MORIRÉ SIN TI Y NUNCA MÁS VOLVERE A CONOCER EL AMOR Y MORIRÉ RODEADO DE COBAYAS Y SE COMERAN MI CADÁVER PORQUE ESTARE VIEJO Y SOLO Y OBESO!

Honestamente, Craig habría encontrado en cierta forma adorable lo mucho que se preocupaba Tweek por su bienestar... si no hubiera sido por la forma desesperada en que lo estaba agitando, aún clavandole las uñas en los brazos e incluso había empezado a hiperventilar.

Sin soltarlo, Tweek había terminado por resbalarse hasta quedar de rodillas en el suelo, hiperventilando con mucha fuerza. La manera en que estaba respirando por un momento hizo temer al pelinegro que en un algún momento iba a desmayarse.

Y lo peor, es que ahora estaba empezando a ponerlo nervioso también. Si ya bastante preocupante era haberse quedado atrapados en un elevador, no mejoraba mucho tener a tu novio sentado en el suelo en medio de un ataque de ansiedad que lo tenía al punto de la asfixia.

Sin poder pensar en una mejor solución, lo único que llego a su mente fue aquellas clases de natación que había tomado en algún verano. Si Tweek se estaba ahogando... solo había una cosa que podía hacer, ¿cierto?

No lo pensó dos veces y se arrodillo a la altura de su novio, tomando su mentón con una mano y tapando su nariz con la otra, mientras empezaba a darle respiración boca a boca.

Aquello podría haberse considerado un beso, si no hubiera sido por la manera en que Craig soplaba aire dentro de la boca de Tweek, tratando de ayudarlo a recuperar un ritmo normal en su respiración, haciendo que sus mejillas se inflaran de manera casi cómica. Si alguien hubiera podido fotografiarlos, habrían podido ver que Tweek tenia casi la apariencia de uno de los adorados cobayos de su novio.

Poco a poco, guiado por el ritmo que marcaba su novio, la respiración del rubio se fue normalizando. Al fin sus pulmones parecían poder mantener un ritmo normal.

Mientras la mente de Tweek empezaba lentamente a pensar con más claridad, fue cayendo en cuenta de lo que estaba sucediendo.

- ¡Mngh! – Aún atrapado por aquellos labios, solto un sonido que era una mezcla de gemido con un grito. Ahora estaba nervioso por algo más. ¡Craig lo estaba besando! De acuerdo, en realidad estaba tratando de ayudarlo a respirar con normalidad, pero aún así, estaban teniendo contacto labio a labio.

Cuando al fin lo sintió respirando con normalidad, Craig se separo lentamente, con las mejillas un tanto sonrojadas y acariciando con una mano el cabello alborotado de su novio.

- ¿Mejor? – Le pregunto en un susurro y con una media sonrisa, como si él mismo no pudiera creer lo que acababa de suceder.

Su rubio novio únicamente asintió suavemente con la cabeza, antes de arrojarse de nuevo entre sus brazos al sentir como el elevador volvía a moverse.

En cuanto se detuvieron en el segundo piso, Tweek salió casi corriendo de aquel pequeño cubículo. Si era posible, no quería volver a utilizar un elevador en su vida... aunque... sus mejillas se sonrojaron aún más, mirando de reojo a su novio pelinegro que salió despacio y despreocupadamente del elevador, como si no hubiera pasado.

Cuando su mirada se cruzo con la de Craig, éste le sonrió de aquella manera única, esa sonrisa que bien sabía que era solo para él, haciendo que todo su rostro se sintiera caliente.

- ¿Es fue... - empezó a preguntar cuando sintió a su novio al fin llegar a su lado, rodeando sus hombros con un brazo.

- ¿Nuestro primer beso? – Craig soltó una especie de risita entre dientes, como adivinando los pensamientos de su novio.- Nah, para nada... - por sorpresa, lo tomó por el mentón, plantándole esta vez un beso suave, apenas rozando sus labios, pero aún cargado de un amor dulce, casi casto, con una cierta mezcla de pasión.- Ahora sí, ese fue nuestro primer beso.

Necesito tu aliento...Where stories live. Discover now