Konoha Gaiden: segunda oportunidad

Capítulo 1

Otro día ha llegado a Konohagakure No Sato. El sol brilla después de tantos días de sombra y duda, cuando los azotes de la 4a Guerra Ninja ensombrecieron todo el mundo tal como lo conocía, costó lágrimas, sangre, sacrificios y esfuerzos, pero las ganas de volver a gozar de tranquilidad y paz lo valían, incluido de que en este fenómeno surgieran nuevas personas a quien llamar "Héroes", aunque obviamente no todo podía ser tan dulce como miel o la azúcar.

Entre los tumultos de la gente que se abría paso para llegar a sus destinos, trabajos y ocupaciones, la sombra de un chico de apariencia de 18 años, con cabello color rubio imitando al más oro puro fino que existía sobre la tierra, con ojos azulados tan intensos como el cielo mismo e igual de brillantes que un zafiro fino y con 3 graciosas marcas de zorrito que adornaban su rostro, ignorante a todo lo que pasaba tomaba un rumbo hasta cierto punto desconocido, solo que algo raro había en él. Dudas que sucedieron después de concluida la guerra.

Konoha tuvo una participación importante, ya que de ahí surgieron varias de las fuerzas shinobis que salieron victoriosas en batallas contra la armada de Madara Uchiha, sumado al contingente de 12 ninjas que a duras penas pero con grandes esfuerzos detuvieron los embates de los ninjas profanados por el Edo Tensei de Kabuto Yakushi, sin contar el hecho de que Naruto y Tsunade fueran considerados como los estandartes de la guerra gracias al poder del Modo Rikudo del rubio y la técnica del Ninpou: Sozou Saisei de la ojimiel, lo que mereció que con la opinión de los demás Kages de las aldeas y la aceptación de los Daimyos de los países, se les fuera otorgado el título de los "12 Shinobis Legendarios" a los participantes de importantes batallas, excluyendo a los demás ninjas, a los chunnins y jounnins, a la Hokage por su cargo... y al rubio por una causa desconocida.

Aun no entendía el porqué de la existencia de "12" ninjas, ya que, si a él lo sumaban, serian 13, claro está que también contaban con Uchiha Sasuke ya que de último momento fue reintegrado a las fuerzas luego de haber detenido el Edo Tensei finalizando el Kinjutsu, y posteriormente haber ayudado a luchar contra Madara y, luego de ello, Kaguya.

Bastaron esos pensamientos para no percatarse de que llegó al punto de reunión al cual los habían citado para hacer una misión de alto rango, tal como a él lo gustaban, y en efecto, ahí estaban sus compañeros con sus ropas habituales antes de que usaran el traje de Jounins en la guerra, y portando orgullosamente la bandana color escarlata con la placa de oro puro que tenía labrado el kanji de la palabra "Leyendas", mirando con atención a Kurenai Yuhi que les daba las últimas instrucciones para realizar la misión. Instantáneamente quiso incorporarse a las filas, más una persona la detuvo.

-Lo siento Naruto-Kun, pero tu estás excluido de la misión asignada. - Un hombre de leotardo verde en silla de ruedas, corte al más estilo de un tazón, cejas pronunciadas y con la pierna vendada detuvo al chico ojiazul, que sacado de ideas no entendió esto.

- ¿Que está diciendo Gai-Sensei? ¿Como que estoy fuera de esto? - Una cara de desconcierto y confusión invadieron al chico, cosa que notaron los demás.

-Esta misión es exclusiva para los "Shinobis Leyenda" y tú no eres uno de ellos. - la chica ojiescarlata contestó a la pregunta del rubio, quien vio como poco a poco los demás se iban acercando.

-Parece que eres más idiota de lo que pensaba "Gennin". - Kiba se mofaba del rubio, ya que, si bien era considerado como un gran shinobi, el rubio aún seguía ostentando el título más bajo de un ninja.

-Tu turno de ser alguien paso Naruto, el nuestro ha llegado y lo sabes. - Ten-Ten se regocijaba de lo que tenía ahora, de cómo por unos momentos era superior al ojiazul.

-Tsk, sabes que es problemático decirlo, pero tienen razón, deberías dejar de ser molesto con las mismas cosas. - Ahora era Shikamaru, a quien Naruto consideraba como un confidente, a quien podía contarle sus secretos, anhelos y deseos, el mismo estaba también burlándose de él.