Era divertido pasear por aquel lugar que de no ser por el el rubio, nunca habría de conocer.
Recordaba con claridad las flores coloridas, y los puestos de comida.
Recordaba la voz de Golden, cantándole suavemente. A él, y a nadie más que a él. Aquellas dulces palabras, que mecían sus cuerpos en un dulce son, de compás lento y tranquilo, que los invitaba a amar. A amar al otro. Amar solo al otro.
Sus mejillas se tiñeron de rojo al pensar en aquello, así que desvió disimuladamente la mirada, para que Golden no lo notara.-¿Sabes? No creí que me gustaría tanto el volver aquí contigo-Habló Golden, mientras apretaba un poco la mano de Foxy, acariciando la mano de éste con su dedo pulgar-Pero... Ahora me siento de dieciséis otra vez-Volteó a verlo, con una enorme sonrisa en su rostro, diferente a esas típicas sonrisas relajadas y ladinas que esbozaba, esa sonrisa era puros dientes blanquecinos, era alegría total expresada en un solo rostro
-Bueno... Pero... A-Ahora las cosas son un poco más diferentes ¿N-No?-Preguntó Foxy
-Hm...-Se llevó una mano al mentón-Supongo que sí, ahora no me evitas, no sufres de Filematofobia, y estamos casados-Dijo-Porque bueno, sigues siendo igual de lindo, y...-Rió un poco-Sigues apretando mi mano-Explicó, señalando sus dedos entrelazados, y la mano de Foxy apretando la de Golden
-P-Perdón-Masculló Foxy, mientras soltaba la mano de Golden, pero éste volvió a tomar su mano, y besó sus nudillos dulcemente
-No te disculpes-Dijo-Es gracioso.
-S-Si es para que te rías de mí, m-mejor no lo hago-Se cruzó de brazos
-No, no, digo... Es tierno.
-... J-Jódete, estúpido... Ahm...
-¿Se te acabaron los insultos?-Arqueó una ceja, llevándose las manos a las caderas
-N-No... I-Iba a decirte niño bonito, pero... Y-Ya no eres un niño, y... N-No lo sé, e-es raro.
-Entonces quita el "Niño" y deja el "Bonito", no es que me moleste-Se encogió de hombros
-... E-Eres un idiota.
Golden rió un poco, y se quedaron unos segundos en silencio. Un silencio que realmente para muchos sería incómodo, pero para ellos, era inclusive agradable. Como ya acostumbraban hacer, cruzaron miradas, sus ojos hacían una conexión tan única e indescriptible, que siempre buscaban alguna respuesta para esa tan agradable sensación.
Un pequeño suspiro de escapó de los labios de Golden, seguido de unas cuantas risillas.
-¿Qué pasa?-Preguntó Foxy
-Es que... Siento que quedó algo pendiente desde la última vez que estuvimos aquí-Explicó
-¿Algo... Pendiente?-Siguió custionando
-Pues... Me quedé con las ganas de besarte-Sonrió
Las mejillas de Foxy de volvieron a rojo, y desvió la mirada avergonzado
-Y-Yo... ¿D-Debería interpretar eso de algún modo, o...?
-¿Qué? ¿Tan difícil es leer entre líneas?-El pelirrojo se encogió de hombros-Está bien, entonces te lo dejo fácil, y sin ni un solo misterio-Aclaró la garganta, y se puso de pie frente a su contrario, con la espalda recta y erguido-Quiero besarte.
Foxy bajó la mirada.
No había podido ser más directo. No sabía bien si le avergonzaba, pero sentía sus mejillas arder.
Estiró los brazos hacia Golden, a modo algo tembloroso, a lo que éste se acercó a su contrario, y lo estrechó entre sus brazos.Una de las manos de Golden fue hasta el mentón del pelirrojo, y le dedicó una pequeña sonrisa, mientras se acercaba un poco. Tan cerca, que sus labios se rozaban, la respiración de ambos chocaba con la piel de su contario. Foxy sabía bien lo que Golden hacía. Alargaba el momento, lo hacía aveces, y al parecer le encantaba. Bueno, sí, no hay sensación más amarga y al mismo tiempo dulce que el momento antes del beso. El momento antes, el que invita a la adrenalina recorrer las venas de ambos, la necesidad, el deseo puro, la pura idea de finalmente unir sus labios. No había nada mejor que sentir las ganas de besar al otro.
Solo había algo que le igualaba. Besarse finalmente, besarse con la necesidad que había sido acumulada durante esos pocos segundos, con el deseo, con las ganas. Esos eran los besos que ambos más disfrutaban.