Porque pensaba que con tan solo mirarte a los ojos creia saber que no me ibas a hacer daño. Y aún, sin ni siquiera ser mío, me lo sigues haciendo. Nada de lo vivido a sido real, todo fué una simple mentira que yo, desgraciadamente, me creí.
Si era así, de esa manera, es porque quizás quería o almenos intentaba cuidar algo que llamaba mío, pero desgraciadamente, ni lo has sido, ni llegarás a serlo. Alomejor, todas y cada una de las cosas que nos llegan a suceder a lo largo del tiempo son por algo, quizás para enseñarnos y que no nos volvamos a equivocar.
En este mismo instante no tengo las suficientes fuerzas necesarias para mantenerme alejada de ti.