Logan estaba cansado, los jóvenes mutantes lo tenían agotado, aunque siendo realistas no les podía echar la culpa a todos los niños que estaban en la mansión del profesor Charles, más bien cierto platinado era el único culpable.
Peter lo había estado molestando desde hace varios meses, pero la última semana se había comportado de forma inadmisible. Lo acosaba en todo y cada momento que podía, desde regalarle miradas y sonrisas hasta tocarle su miembro de forma descarada bajo la mesa. Le había robado besos, se sentaba en sus piernas, lo espiaba en el baño, Maximoff sabía jugar y su juicio y cordura estaban al límite, estaba absolutamente caliente por el mocoso, necesitaba enfriar su cabeza.
Era viernes por la noche, ya nadie deambulaba en la mansión. Su plan era perfecto, había ido a comprar unas cervezas frías y unos puros, se dirigiría a su habitación sin la mirada de nadie, sin la presencia del muchacho, para así en la soledad de su habitación descansar y quizás liberarse de toda la presión que llevaba desde hace unos días por la culpa del hijo de Erik.
Pero gran fue su gruñido al entrar a su habitación y ver al joven Maximoff adueñándose de su cama, que él estuviera en el lugar ya era un problema, pero a eso se sumaba que su habitación estaba revuelta, sobre su cama y suelo había millones de envases y restos de comida.
Peter lo miro con una sonrisa y siguió comiendo de manera sensual un chocolate, mientras movía la cabeza al ritmo de alguna canción de Pink Floyd. Estaba sólo en ropa interior y una polera demasiado gigante para ser de él, Logan no tardó en darse cuenta, que esa era su polera, maldito mocoso pensó.
– Hey lobito, al fin llegas.
– Vete a la mierda Peter.
Pero a Quicksillver poco le importaban las maldiciones del lobezno, ya que él sabía lo que provocaba. Dejó a un lado su reproductor de música y al segundo ya estaba enrollado sobre Logan, apoyando su cabeza en la espalda de este y pasándole las manos llenas de chocolate por delante. Wolverine crispaba del estrés, su ojo latía de forma incontrolable y el maldito mocoso lo único que hacía era refregarse sobre él y dirigir sus manos a su anatomía, la cual estaba más reactiva que nunca.
Lo empujó de un solo golpe, haciendo que Peter cayera sobre sus posaderas y le regalara una cara de mohín. En ese momento se percató que el mocoso no sólo estaba usando su polera, sino que la ropa interior que tenía en esos momentos era de él y si mal no recordaba era la que había usado el día anterior.
– Te gusta lo que vez Logan – acto seguido Peter se subió aún más la polera y abrió sus piernas para exhibir el "pequeño" bulto que se comenzaba a formar en su zona delantera. El mayor sólo le gruño más y rápidamente desvió su mirada para no quedar en evidencia.
Pero lo que se encontró fue aún peor, su cama no sólo estaba llena de envoltorios de golosinas, estaba llena de migas, chocolate y cuanta cosa pegajosa se le ocurriera. Ahora sí que su nivel de paciencia estaba siendo superado, una cosa y rara era que el mocoso usara su ropa y además usada, y otra muy distinta era que tuviera el descaro de ensuciar su habitación y su cama, donde su plan era beber una cerveza y fumarse un puro, y no pensaba hacerlo en esa inmundicia.
Ahora sí que estaba harto, le haría pagar todo el descaro a Peter, cada vez que lo hizo enojar o lo excitó, sería pagado en ese preciso momento, a la mierda Magneto, se quitaría ahora toda la calentura acumulada.
Se giró para mirar a Peter quien aún estaba sentado en el suelo y le regalaba una sonrisa ladina, una tan característica de él, que Wolverine de sólo verla quería borrársela a besos.
– Peter Maximoff ¿Cómo diablos te atreves a dejar mi habitación en este estado?
– Anciano eres un exagerado, sabes existen unas cosas llamadas lavadoras así que no te preocupes – le dijo mientras soltaba una carcajada.
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Gran Error (Wolvesilver / X-men / Parentwolvesilver)
Fiksi PenggemarWolvesilver - Dark Logan - M-Preg Logan está cansado de los insinuaciones de Peter, el cual lleva días jugando con fuego, decide hacerle caso, pero de una forma lo más alejada del romanticismo. Lamentablemente no cree en absoluto las palabras de a...