✘Capitulo 13✘

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Me despierto con un dolor punzante en la cabeza y en el costado, gimo y me revuelvo en la cama. Miro el reloj y resulta que es casi medio día, no suelo dormir hasta tan tarde.

No me sorprende descubrir que Kail no está. Me levanto con la idea de llamarlo, pero en cuanto mi vista se fija en la pared que tengo llena de fotos con mis amigos y veo el rostro sonriente de Nill... Se me revuelve el estomago solo de pensar en él, corro al baño y vomito. Me encuentro fatal. Bajo a la cocina donde ya está mi madre preparando el almuerzo e intento ocultar mi malestar.

-Hola cariño, no he querido despertarte por si estabas con la migraña. - dice mientras remueve algo en una sartén.

-Si, anoche me dio fuerte. - miento.

No tengo hambre así que, cojo un vaso de zumo y me siento en la mesa.

-¿Vas a salir hoy?

-No creo. - digo dando vueltas al vaso, distraída.

-Dana hija, papá ha llamado.

En cuanto lo nombra la miro, intento parecer despreocupada. -¿Y qué quería?

-Hablar contigo. Le he dicho que habías salido desde temprano y que no sabía a que hora llegabas. Sé que no he hecho bien en mentir, pero he pensado que te sentirías más cómoda tomando tú la decisión.

-Gracias mamá.

Lo hecho muchísimo de menos, pero no se puede razonar con él. Y no soporto ver como se destruye a si mismo y a todo el que lo rodea.

-Mi amor, ¿estás bien? - veo la preocupación en su rostro.

-¿Crees que estoy haciendo bien...?

-Ohhh cariño, sí. Lo importante es que estés bien. Papá te quiere, tiene que buscar la fuerza para ayudarse a si mismo, tú ya has hecho suficiente cariño, ahora le toca a él. Tiene que darse cuenta de que si no lo hace te va a perder.

No me doy cuenta que estoy llorando hasta que mi madre me abraza y noto como le mojo la blusa. Hablar de mi padre e incluso pensarlo hace que mi corazón duela, a veces me quedo sin aire, es una sensación horrenda. Impotencia por no poder hacer nada más por una de las personas que mas quieres. Soy una cobarde por alejarme, por no quedarme a su lado, al fin y al cabo, da igual como yo me sienta, él es el que tiene el problema...

Después de una hora estoy en el baño dándome una ducha, el agua caliente relaja mis músculos. Pensar en lo de mi padre y en la traición de Nill está acabando conmigo y si no hago algo para dejar de pensar en ello me volveré loca. Cuando salgo de la ducha y me visto cojo mi móvil, tengo muchísimos mensajes. Le hablo a Alis, ignorando los otros mensajes.

"Necesito distraerme."

Contesta enseguida.

"Estoy en tu casa en 20 min."

No sé que haría sin ella. La quiero tanto.

Le mando un mensaje a Kail, un simple hola. Sé que es mi novio, pero no sé como actuar. No es un simple chico, es un demonio muy poderoso y no tengo ni la menor idea de como debería comportarme.

Alis llega puntual, es su punto fuerte, cuando quiere, claro. Pasamos toda la tarde viendo películas en el ordenador. Alis imagina que mis ojos hinchados es por lo de mi padre y no hace ningún comentario, se lo agradezco. Se me pasa el día rápido en compañía de mi mejor amiga. Ya son casi las nueve de la noche cuando se acaba la décima película.

-Bueno gordi, levanta. Nos vamos a una fiesta en casa de Eyden. -dice Alis.

-Alis, no estoy de humor. Además, no quiero que me acusen de maltrato animal si le doy a Reese lo suyo.

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