Contemplo las llamas, anonadado.Y, a pesar del calor que irradia el fuego y de la manta que me cubre los hombros, tengo frío. Un frío que me penetra hasta los huesos.
Oigo vagamente voces que susurran, muchas voces susurrantes. Pero es un zumbido distante, de fondo. No escucho las palabras. Lo único que oigo, lo único en lo que soy capaz de concentrarme, es en el tenue siseo del gas que arde en el hogar.
¿Dónde estás?
Las llamas bailan y parpadean, cautivándome, aturdiéndome. Me concentro solamente en su belleza brillante y abrasadora. Son hechizantes.
"Ciel, te amo" esas palabras...desearía escucharlas, al menos una vez
Me rodeo el cuerpo con los brazos, la realidad se filtra sangrante en mi conciencia y se me cae el mundo encima. El vacío que se ha apoderado de mis entrañas se expande un poco más. Ha desaparecido
Hannah está sentada frente a mí en el inmenso sofá en forma de U cogiendo de la mano a Scarlett, que está a su lado. Las dos me miran fijamente con la ansiedad y el sufrimiento impresos en sus hermosos rostros. Scarlett parece avejentada: una madre preocupada por su hijo. Yo parpadeo, sin expresión. No puedo ofrecerles una sonrisa tranquilizadora, ni una lágrima siquiera: no hay nada, solo palidez y ese creciente vacío.
Los demás hablan por teléfono y caminan preocupados por la habitación, miro hacia el televisor
No soy capaz de volver a ver la noticia —SEBASTIAN MICHAELIS, DESAPARECIDO—
Me da por pensar que nunca he visto a tanta gente en este gran salón, que aun así es tan enorme que les empequeñece a todos. Son pequeñas islas de gente perdida y angustiada en casa ¿Qué pensaría él de su presencia aquí?
Maldición debo aceptarlo. El hecho es que él ha desaparecido. Hace ocho horas que desapareció. Y no hay noticias ni rastro de él. Lo único que sé es que la búsqueda se ha suspendido.
Ya ha anochecido. Y no sabemos dónde está. Puede estar herido, hambriento o algo peor. ¡No!
"Confía en mi" deseo hacerlo, créeme que es lo que quiero más que nada.
Las palabras de Sebastian acuden a mi memoria. Sí, la esperanza es lo último que se pierde. No debo desesperar. Sus palabras resuenan en mi mente.
"Ahora soy un firme defensor del compromiso"
¿Por qué yo no he disfrutado del momento?
"Hago esto porque finalmente he conocido a alguien con quien quiero pasar el resto de mi vida."
Cierro los ojos y rezo en silencio, meciéndome levemente. Por favor, no dejes que el resto de su vida sea tan breve. Por favor, por favor. No hemos pasado suficiente tiempo juntos... necesitamos más tiempo. Hemos hecho tantas cosas en las pocas semanas que han pasado. Esto no puede terminar. Todos nuestros momentos de ternura...
"¿No te iras?"
No, no lo hare nunca más...
"Este soy yo, Ciel. Todo lo que soy... y soy todo tuyo. ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de eso? Para hacerte ver que quiero que seas mío de la forma que tenga que ser. Que te quiero."
Te amo, lo sabes, sé que lo sabes.
Abro los ojos y una vez más contemplo el fuego con la mirada perdida, y recuerdos del tiempo que pasamos juntos revolotean en mi mente: su alegría juvenil cuando estábamos navegando y volando; su aspecto sofisticado, distinguido y terriblemente sexy en el baile de máscaras.
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50 Shades: Games In The Dark
RastgeleOscuridad. -¿Bailas?- extendió su mano Sus ojos carmín resaltaban detrás de su mascara color negro. -¿volviste?- mordi mi labio inferior y tome su mano dando un paso adelante. Poso su mano en mi cintura y me apego a su cuerpo. Acerco sus labios a m...