CAPÍTULO II

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Shawn se había despertado temprano al igual que Becca, ahora estaba conduciendo a su casa por ropa ya que su prometida le pidió que cuidará a Inna porque ella regresaría hasta la noche y según la madre no quería dejarla sola en la mansión. Shawn sabía era la mejor oportunidad para hacerle de todo a esa niña que aún dormía como tronco cuándo salió.

Tomó una maleta, busco entre su ropero, camisetas, pantalones de vestir, jeans, shorts para el gimnasio, suéteres por si las dudas, su ropa interior y algunos trajes; Los hecho sin acomodarlos porque le quitarían tiempo, se cambio por una camiseta de vestir y unos jeans negros, salio de su departamento cogió las llaves de su Mustang blanco para irse de nuevo. En todo el camino no dejo de pensar en Inna, quién sin duda era hermosa, tenía todo lo que pedía, un cuerpo esculturar, labios carnosos, ojos marrones con un toque de inocencia en ellos y cabello castaño oscuro que se lo había cortado a la altura de la barbilla pero aun así se veía hermosa.

Algo en su entrepierna estaba despertando, quería llegar y hacerle una buena sesión de sexo pero tenía que ser paciente porque no podía hacer nada con Becca en medio, la mataría era buena idea pero primero tenía que casarse con ella para tener la custodia de su pequeña. Al aparcar el mustang se dio cuenta que había puesto música pero no prestó atención a lo que decían solo pasó con la maleta y encontró a Inna sacudiendo el buró donde se contraba el estereo de dos bocinas, el DVD y algunos retratos de ella cuándo era pequeña.

“Aparte de bonita, ama de casa. Perfecto.” pensó y sonrió.

Inna sintió una mirada pesada que la recorría completa, miró a la puerta y se dio cuenta de que ahí estaba el prometido de su madre viéndola con una sonrisa, termino de sacudir y se levantó con el limpiador especial para el mármol, Shawn dejó su maleta aun lado de la puerta y cerró con cuidado, persiguió con la mirada a Inna quién pasó algo rápido pero pudo ver sus lindos leggins que hacían ver su trasero bien formado, se mordió el labio.

Inna camino hasta la alacena debajo del fregadero donde tenía un espacio solo para productos de limpieza, acomodó el limpiador y sacó un fabuloso aroma a manzana con canela, ¡qué dulce! Shawn solo recargo sus brazos en la barra para ver a su pequeña quien movía esto, aquello, se veía tan linda haciendo eso.

—Becca me dijo que me quedará a cuidarte, espero que no te moleste—dijo comenzando una conversación, sabia perfectamente que le contestaría grosero pero eso le encantaba porque luego la tendría para él—tambien me dijo que te ayudará, ¿en qué tu solo dime?

—Si me molesta pero en unos días serás mi padrastro así que tengo que respetarte—dijo Inna sacando una cubeta y el fabuloso—¿Sabes limpiar sillones de gamuza?—preguntó mirándolo, Shawn esperaba esa respuesta pero solo sonrio de lado.

—Sí, ¿tienes aspiradora?—dijo Shawn acercándose a ella pero no tan cerca como desearía sino dejo espacio, Inna sólo miró sus músculos y sus manos grandes con delgados dedos.

Se imaginó ella entre esas manos, sintiendo su cuerpo arder entre sus dedos pero se quitó la idea de la cabeza porque aún era menor de edad, con diecisiete años en Canadá no se puede hacer mucho y ella lo sabe, “Sí, esta en el cuarto de lavado” contestó Inna pero en su voz se notaba ¿triste? Sí estaba triste y Shawn lo había notado en el instante. “¿Por qué esta triste?” se preguntó, quería preguntarle directamente pero estaba seguro que no le contestaría así que solo se dio vuelta y se dirigió al fondo del pasillo donde estaba los cuartos de visitas y divisó una puerta abierta donde se veían dos lavadoras.

—¿La encontraste?—preguntó Inna desde la cocina.

—Sí, gracias.

Shawn como buen caballero sacó de su caja la aspiradora, le entró la curiosidad por ver un canasto que tenia ropa limpia ¿por qué no echarle un vistazo? Se veía muy fetiche pero lo necesitaba, quería ver la ropa interior de su pequeña; Se acercó viendo por los lados si se asomaba la curiosa de Inna pero al no verla, se acercó al canasto y empezó a buscar entre brasieres, panties, blusas interiores y calcetines. Un brasier algo juvenil le llamó la atención, era color negro y tenía un lindo diamantito de fantasía en medio del pecho, se imaginó a Inna usando ese para él. Buscó de nuevo y encontró una pantie de color blanco que tenia las palabras «Calvin Klein» pero vaya se veía hermoso y con la dueña ¡Valgame el señor!.

Dark Paradise | Shawn Mendes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora