Freddy abre lentamente los ojos, el sonido que inunda la habitación sale desde su teléfono marcando de lunes a viernes siempre la misma hora; 6:30 a.m. Su mano se estiró lo suficiente para alcanzar el teléfono, aún con los ojos cerrados le es complicado presionar el botón de apagado. Segundos después no le parece necesario pues el sonido no resuena más entre sus oídos.
— Cariño es hora de levantarse, estoy haciendo el desayuno, baja cuando estes listo. — Fred, su pareja, con quién vivía ya había apagado la alarma que sonó incesante durante casi un minuto, los pasos sonaron cada vez más lejos, el crujir de las escaleras bajo los pies de Fred eran cada vez más tenues hasta que Freddy no pido escuchar nada más.
Freddy se apoyó sobre su codo y poco a poco se fue incorporando hasta que estuvo completamente sentado, sus piernas colgaban de la cama y sus zapatos lejanos eran manchas borrosas y oscuras en los ojos entrecerrados de Freddy. Suspiró y se levantó de la cama arrastrando los pies, bajó lenta y cuidadosamente las escaleras hasta llegar a la cocina donde la licuadora estaba encendida, la sartén humeaba olores salados y deliciosos al olfato de Freddy.
Fred cocinaba con un delantal de cuadros rojo que habían comprado en una rebaja en un super mercado, él sintió los brazos de Freddy rodearlo en un abrazo por debajo del delantal mientras el aceite saltaba ligeramente entre el tocino y los huevos estrellados, una risilla escapó de sus labios; — ¿Al fin despierto, huh? — preguntó burlonamente con la espátula de madera en mano.
— Algo así. — respondió Freddy mientras le daba un beso en la espalda para después retirarse y sentarse en una silla frente a la mesa aún bostezando, miró a Fred emplatar todo lo que había estado cocinando, llevaba un camisa de tirantes blanca, lo que hipnotizan a Freddy, quién siempre pensó que era el tipo de camisa que más favorecía a su novio.
Un plato con tocino, huevos estrellados y un batido de frutas apreció mágicamente frente al castaño cuando abrió los ojos, su novio estaba a su lado ya comiendo también; — Parece que es peor de lo que pensaba, ¿realmente te mantuviste despierto hasta tarde anoche, huh?
— ¡No fue así! Solo estaba... Siendo productivo...
Ambos terminaron de comer y apurados subieron a cambiarse, Fred decidió tomar una ducha antes de salir, no concebía la idea de que alguien pudiera salir de casa sin darse un baño primero, así que no entendía como Freddy podía ponerse colonia sin haber pasado el jabón por su cuerpo primero.
Aún así Freddy se apuro, alistó su mochila, peinó su cabello y perfumó su cuerpo. Así salió de casa, sabía que era un desperdicio desde hace tiempo, intentar salir a la misma hora junto a su novio, tenían diferencias en sus estilos de alistarse así que habían acordado salir cada quien a la hora que pudieran.
Al llegar a la escuela la.priemr persona que Freddy encontré fue a su amigo Golden, estaba sentado fuera del edificio donde estaba su salón, mirando su celular y su libreta al mismo tiempo; — Golden, ¿Porqué aún estás afuera? — preguntó el castaño haciéndole una seña con la cabeza para que lo siguiera al salón, Golden lo siguió aún mirando ambas cosas.
— Quería asegurarme haber terminado correctamente la tarea, ¿Sabes? Me disgustaría que el profesor me pusiera una nota no conveniente para un persona como yo.
Freddy asintió fingiendo entender a qué de refería y ambos fueron al salón de clases siguiendo al profesor que iba delante de ellos, sabiendo que no llegarían tarde solo por la fortuna de haberlo encontrado en el pasillo y no en el salón.