la promesa

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Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de un apartado reino, existía un hombre que hizo un pacto con la muerte.

Juan era un hombre pobre e inculto, no había tenido suerte en la vida. Un día que estaba muy desesperado ofreció a la muerte un negocio "Si la suerte me acompaña a partir de ahora, cuando vengas a por mí, no solo mi cuerpo, sino también mi alma será tuya". La muerte le contestó "Así sea, la fortuna siempre te acompañará de forma fiel, cuando venga un día a por ti, tu alma también me pertenecerá."

Desde este momento Juan empezó a resaltar sobre los demás. La fortuna siempre le acompañaba, sus tierras eran las más productivas, siempre ganaba en el juego, aunque jugase contra tahúres tramposos con cartas marcadas o dados trucados, todos los negocios que empezaba siempre le eran favorables, llegó a ser el hombre más rico de la comarca. Todos en el pueblo decían que le ayudaba la mano del diablo.

Los años iban pasando y Juan envejecía, viendo próxima la hora de su final ideó un plan para engañar a la muerte y no tener que cumplir su parte de la sentencia que le esperaba.

Un día la muerte llegó, "es la hora, vengo a por ti y por tu alma, cumple tu parte del trato", le dijo. Juan le contestó, "te estoy esperando, pero has de saber que he rodeado la casa con cruces, si te llevas mi alma no podrás salir de este lugar, te quedarás en este sitio, no podrás reclamar más cuerpos cuando lleguen sus horas. Solo podrás salir de aquí si me dejas libre del acuerdo que hicimos y no te llevas mi alma".

La muerte le contestó enojada "sabía que me engañarías, no me llevaré tu alma, no la necesito, tengo ya muchas almas como la tuya. Pero has de saber que tú tampoco podrás descansar en el cielo, tu alma sufrirá el dolor y la locura, condenada hasta el final de los tiempos a vagar por estos parajes en los que tú mismo te has encerrado". La muerte desapareció entre las sombras, dejando allí el cuerpo de Juan vacío y muerto, y un alma que se empezaba a lamentarse de haber hecho un trato con la muerte.

Si alguna vez vais a este pueblo, quizá podáis oír los lamentos de dolor del alma de Juan y como la muerte se ríe de él y de su triste destino.

microrelatoWhere stories live. Discover now