Narra Lali
Mis ánimos no eran los mejores. La charla que había tenido con Eugenia me había hecho pensar en un montón de cosas y me di cuenta en lo mal que estaba por haber terminado con Peter. Habían sido un sin fin de cosas, mí miedo de que me vuelva a lastimar y la falta de amor que había vivido en estos dos años de parte de una pareja, no había estado preparada. Ahora ÉL quería un tiempo, ¿tenía que remarla?.
Llegué a la agencia y estaba Mariano metiendo sus narices en MIS carpetas, lo sorprendí cuando abrí la puerta y dejo todo rápido.- No sabía que venías temprano -solto un tanto nervioso- Me adelante en buscar unas carpetas y...
- No tenías que meterte -tomé las cosas rápidamente- hace meses no sos parte de esto, y entiendo que no fue tu elección, pero no puedo confiarte todo Mariano.
- Es una joda no? -se rió- Lali... creo que de la única persona que no tenes que desconfiar es de mí -se sentó y yo lo hice con él- Te olvidas con quién estás hablando? Fui uno de los mejores agentes de aquí, estuve trabajando mucho afuera y sabes que jamás te falle -eso era verdad, era muy eficiente- Déjame contarte todo lo que viví
- No querés esperar a que estén todos? -negó- Ok... cuéntame todo.
- Cuando subimos al avión, éramos Cisneros, Rojas y yo, más los dos pilotos y Farias -asentí- en un momento fui a las cabinas para chequear que todo esté bien.... pero cuando volví me encontré con Rojas tirado en el suelo lleno de sangre y cuando levanté la vista... lo vi a Farias sin las esposas, quise acercarme pero recibí un golpe muy fuerte en la cabeza y cuando desperté estaba en un galpón, donde me obligaron a contar todo lo que sabía, y lo vi a Cisneros...
- ¿Por qué a vos no te mataron, y si a Rojas?
- Eso es algo que no lo sé. Tengo entendido que sabían que yo fui la mano derecha de Fernando, y el al ser el jefe de todo esto creyeron que yo tenía cierto poder -tomó un poco de agua- yo me negué a hablar y por eso empezaron a maltratarme, claramente me resistí y pasé varios meses encerrado ahí... no me largaban porque ellos querían que hable, no querían moverse porque temían de hacer un paso en falso. Mis cosas no las tenía, estaba sin armas, muy débil y lastimado. Lo vi a Cisneros y como un estúpido creí que el también era prisionero, me pareció raro que no le hayan hecho nada, además el solo seguía órdenes, porque vos sabés que no le informabamos todo del caso -asentí- lo vi y le conté algunas cosas, pero cuando me di cuenta que él estaba detrás de todo eso ya era tarde, porque di varias pistas
- Ahora entiendo cómo se dieron cuenta que los seguíamos -me tomé la cabeza- por eso fallamos en las dos últimas investigaciones después del secuestro
- Ya habían pasado muchos meses, no se cuantos fueron porque no tenía mucha noción del tiempo -siguió relatando- pero logré salir del galpón, no tenía mis cosas ni plata, tampoco tenía los números de ustedes para poder avisarles, aunque si tenía el tuyo pero cuando intenté contactarme me decía que estaba fuera de servicio
- Es porque cambie mí teléfono -asintió- ¿Dónde estuviste?
- Cuando salí de ese galpón y llegué a un barrio, pregunté y me informaron que estaba en INDIA -woow lo habían llevado muy lejos- estuve trabajando en un puesto que vendía revistas durante tres meses para poder conseguir plata, hasta que conseguí lo que necesitaba y viaje acá -me miró a los ojos- Perdón por haber hablado, yo no tenía idea que Cisneros era un infiltrado...
- Nosotros también confiamos en él. No te preocupes Marian.
- Puedo volver a ser parte del caso, jefa?
- Bienvenido nuevamente Sr. Martínez -me sonrió y me tomó las manos.
Narra Peter
Llegué a la agencia temprano para la reunión y lo primero que vi cuando entre a la sala de reuniones fue a Lali tomada de las manos con Mariano, sabía que no debía sentirlo pero me generó celos. Seguramente la había convencido de formar parte del caso. Los saludé a ambos y me senté al lado de ella, más tarde llegó el Chino junto con los demás.