Y ahora tú serás, quien pare el tiempo.

Venganza.

A las 9 de la noche llegué a casa, había terminado de trabajar a las 5:30 pero no quería regresar temprano a casa, al abrir la puerta me cuento a Berta sentada en el segundo escalón, al verme se levanta de golpe, cierro la puerta y me quito la corbata y el saco, sin mirarla subo a ver a mi hija, ella duerme tranquila, le beso la frente y sin querer la despierto, me mira y sonríe. 

-Llegaste-dice. 

-Sí cariño, pero sigue durmiendo-digo sonriendo levemente. 

-¿Me das otro beso?-pregunta. 

-Y mil más cariño-ella sonríe y cierra sus hermosos ojos. 

Beso su frente varias veces y su mejilla, ella ríe por las cosquillas ocasionadas por mi barba, sonrió y la arropo. Salgo para dejarla dormir en paz, dejo la corbata y el saco en la cama, mis ojos caen en la foto de Berta en la boda conmigo a su lado abrazados. Es hora de hablar, bajo y la encuentro de nuevo sentada en las escaleras, camino al mini bar y saco la botella de whisky, me sirvo una copa y me la tomo de golpe, ella abre la boca para hablar pero la detengo bebiendo otro de golpe. Me sirvo otro. 

-Habla-digo sin mirarla. 

Camina hacia descalza, juega con sus dedos y respira hondo. 

-Lo siento-dije-, sé que no tiene sentido. Era yo la que te decía que tú me eras infiel pero... 

-¿Pero?

-Tenía miedo-dijo por fin-, miedo de que fuera verdad y... quise vengarme-susurró.

La miro. 

-¿Vengarte?-asiente- Es lo más cobarde que he escuchado en toda mi vida-mira sus manos-, nunca escucha bien, nunca te sería infiel. Creí lo mismo de ti pero ahora...

-Piensa en Lily-dijo sobresaltada. 

-Y porque pienso en ella es que no puedo gritarte como quiero-digo levantando la voz-. ¿Con el cocinero, Berta? Dime cuántas veces no te dije que ese imbécil no me daba buena espina. 

-Muchas-susurró sin mirarle-, Oscar yo te amo. 

-¿Me amas?-pregunto riendo con amargura, bebo de mi copa- Si me amaras no me harías eso, nunca me lo hubieras hecho. 

Sirvo otro trago y camino al sillón necesito alejarme de ella. 

-Lo despediré, pero por favor no me dejes-rogó.

-Por favor no te humilles de esa manera-pedí-, dime una cosa ¿Te acostaste con él?

Niega con la cabeza. 

-Desde hace un mes han habido algunos mensajes un poco subidos de todo de su parte pero nada fuera de eso. Solo besos...

La miro mientras tomo de mi copa. 

-La verdad no sé que pensar, no sé si creerte o no. No sé si besarte ahora y arreglar todo o ir tras ese...-me callo- No me voy de casa porque primero no tengo que hacerlo yo-ella jadea sorprendida-, segundo porque no tengo adonde ir y tercero por mi hija. 

-Estoy embaraza-suelta de pronto. 

Frunzo el ceño, ella me mira esperando que le diga algo. 

-¿Qué?

-Estoy embarazada-repite-, hoy me hice la prueba. 

-¿Debo creer que es mío?-pregunto serio. 

-Es tuyo Oscar-asegura-, te dije que no lo hice con...-se calla al ver como la miro. 

-No quiero que nombres a ese imbécil ¿Entendido?-asiente- No sé si dices eso porque no quieres que me separe de ti, ¿Estás segura de eso? 

Se acerca al librero y de la primera gaveta saca una prueba de embarazo, me la tiende. Dos rayitas, había escuchado a varias mujeres hablar sobre eso. Levanto la vista.