CAPITULO 43

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Me despierta la alarma, hoy sí debemos ir a clase. Entreabro los ojos y parpadeo varias veces, me acurruco desganada y al moverme noto el cuerpo caliente de Casleb bajo el mío. Me separo, estaba apoyada en su pecho. Observo su rostro dormido, sus labios están más carnosos por el calor y su marcada mandíbula está totalmente distendida, relajada. Su pelo rojo está alborotado y tiene un par de mechones en su rostro. Lo muevo un poco y noto su piel caliente, debemos haber pasado toda la noche abrazados. Pero recuerdo que anoche me desperté acalorada y agitada por esa horrible pesadilla. Tenía ganas de llorar, seguramente por eso subió nuestra temperatura corporal. No quiero ni volver a pensar en eso.

-Casleb- lo llamo-.

-Qué...- responde con la voz rasposa-.

-Hoy vamos a clase- se levanta despacio sin abrir los ojos, tras unos segundos los abre y veo su brillante mirada grisácea-.

-Vale...- susurra-.

Camino hacia la ducha porque tengo mucho calor y me noto pegajosa. Me baño con agua tibia ya que es temprano y realmente hace frío afuera. Me visto con la ropa que llevé al baño; una camisa gris, un suéter blanco y unos vaqueros. Salgo de la ducha y me detengo al encontrarme a Casleb sin camisa. Él está de lado y tras unos segundos nota mi presencia y me mira tranquilo, adormilado, con el pelo aún alborotado. Entonces me muestra una pequeña sonrisa juguetona y yo me dirijo a coger el cepillo del pelo mientras se pone otra camiseta que trajo.

-Anoche dormiste con tu ropa normal, ¿No tuviste calor?

-Más calor me diste tu a mitad de noche, empezaste a arder nena- me sonrojo por su mote pero me angustia haber recordado ese sueño, aunque él no lo sepa. Lo miro en silencio y sonrío- normalmente duermo en boxers cuando hace calor, o con sólo una camiseta. Pero esta vez no podía- bromea-.

-Mejor que no- le digo avergonzada-.

Tras nuestra conversación desayunamos un vaso de leche y un zumo y vamos a clase. Al llegar a clase no sé cómo, la gente sabía lo de Vicky. Supongo que se informó a los profesores. Los alumnos en clase nos preguntaban a Alya, Ster, Luna y a mí, nosotras aclaramos que estaba bien y no dimos muchos detalles. Aún me perturba la situación, el recuerdo.

-¿Este fin de semana tus padres seguirán de viaje no?- me pregunta Casleb acabando las clases del día-.

-Sí, llegan el Lunes.

-Bien- me sonríe- es que es un coñazo tener que levantarse temprano e ir a clase estando los dos solos.

-Algo me dice que mejor así- bromeo-.

-Esta noche nos toca ir al hospital.

-Sí, si quieres puedes dormir en tu casa esta noche. Es un tute.

-Sabes que eso no va a ocurrir- me dice, y es verdad, lo sé. Por nada del mundo se dejaría convencer para eso-.

Caminamos hacia el hospital y entramos en la habitación. Vicky sigue inconsciente. Según el médico se ha roto la pierna, ha sufrido un traumatismo craneal y por poco se fractura el hueso del pómulo. Se supone que debería despertar uno de estos días, pero supongo que aún es pronto. Me paso la tarde hablando con Casleb, pintando en un cuaderno y escuchando mi kpop con los auriculares. A la noche llega un enfermero para inyectarle los nutrientes en vena. Cenamos sándwiches de máquina y nos dejan quedarnos porque la madre le ha dicho a la enfermera que somos familia. Primos supongo.

-Perdone- le digo al enfermero- ¿Va a necesitar algo más esta noche?- le pregunto refiriéndome a Vicky-.

-No, ya no vendremos hasta mañana.

-Vale, pues estamos solos. Nos podemos relajar- le digo a Casleb cuando se va el enfermero-.

-Estás cansada ¿verdad?

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora