Herencia Doble Filo [MLB] -Pausada-

TRES| Grito silencioso.

La luna me llama, grita mi nombre en silencio, esperando a que responda a su llamado, la sombra de mi misma me espera con los brazos abiertos abajo.

Solo tengo que salir, y saltar de la baranda, ir a buscarla por el bosque y encontrarla, todos mis instintos gritan que no, que no valla.  Pero otra parte de mi me susurra que valla, que la siga.

Me levanto de la cama sin dejar de ver hacia el balcón, abro sus puertas sintiendo el aire fresco chocar contra mi rostro. Pero no lo siento.

Mis pies descalzos se estremecen con el contacto de la cerámica fría, desvío la mirada por unos segundos pero la luna grita atención y la vuelvo a mirar.

Me paro en la baranda sintiendo como mi cuerpo se balancea de adelante hacia atrás.

— Vamos Emma... Salta...

Esas palabras pérdidas en el oscuro bosque fueron las que me impulsaron a mover mi cuerpo hacia adelante.

Caigo sin importar que no pueda incorporarme para evitar un golpe, cierro los ojos y mi cabeza golpea contra el suelo.

Despierto pegando un grito. La misma mujer moteada de hace casi un mes entra por mi ventana mirándome con preocupación.

— ¿Estas bien Emma?

No puedo responder, siento todo mi cuerpo temblar ante aquel sueño, o más bien pescadilla, suicida.

La moteada se acerca a mi y se sienta cerca mio, arriba de la cama — Puntos fuera.

Me cubro el rostro cuando una luz rosa cubre mi cuarto. Quito las manos de mi rostro y queso con la boca abierta al ver a mamá en vez de la moteada.

—Soy yo.

—T-tu... Eres... Tu, me salvaste del árbol.... Ah... —Me desplomó en la muralla mirando a mamá fijamente para luego sonreír. —¡Eso es genial!

Ella suelta una risa para luego acomodarse en la cama. — Bueno Emma, a lo que vine.

— Si.

— En la antigua China existió un emperador llamado Li Cheng, era ambicioso y codicioso, el quería más que su poder. Invoco a los demonios más oscuros, e intercambio el alma de su esposa, Kioko Cheng a cambio de más poder. Cuando el alma de su esposa fue tomada, en un abrir y cerrar de ojos Li, ya era un desdichado, su mujer sin alma fue ocupada como frasco para un demonio y asesino a Li Cheng, tomó las tierras y envío la guerra a todos.  Cuando Kioko Cheng falleció, el demonio de su interior tomó forma como un 'ella' la cual fue generación tras generación, hasta llegar a mi. Adrien logró recolectar a todos los elegidos para sacarme de aquel agujero de odio, y destruyó a 'ella,', pero, yo por herencia, tengo magia.

— ¿Como una bruja?

—Si, pero mi magia es blanca. Ya que yo no ocupó mi magia oscura.—Sonrió —Y tu Emma, eres heredera de mi magia, eres igual.. O incluso más poderosa que yo.

— ¿Y-y también me puedo transformar en un superheroe?

— No, digo, si.— Miro a su alrededor — Tikki, ven— una criatura moteada apareció detrás de mama con una sonrisa.— Ella es Tikki, la encargada de equilibrar mis dos lados, oscuro y blanco.

— Mucho Gusto Emma.

— ¿Papa también tiene uno?

— Tenía. —Miro a Tikki unos segundos— Plagg termino su trabajo aquí, el kwami de tu padre,ahora el esta en una dimensión dentro de este mundo esperando a que el siguiente portador de él este listo.

— Whooo.. ¿Y porque Tikki sigue aquí?

— Por que cuando tu te caíste del árbol, Marinette me saco de la dimensión con su poder y se convirtió en Ladybug sin la necesidad de tener los aretes, te salvo arriesgando su sello.

—¿Que sello?— Pregunte confundida.

— La magia en mi es incontrolable, mis sentimientos son más fuertes y pueden descontrolarme en cualquier momento. Por el bien tuyo, y de tus hermanos, decidimos sellarme y guardar todo rastro mágico de mi con los demás elegidos, volviéndome alguien relativamente normal. Pero siendo alguien normal, no pude haber alcanzado a agarrarte.  Y no me arrepiento de nada.

— Mamá..... — La abrazo fuertemente— ¿yo conozco a alguno de los elegidos?

— Conoces a Kathleen, hija de Eros y Lila.

— ¡¿Tía Lila es una elegida?!  — susurre-grite sin poder creerlo.

— No — hace una ligera mueca — es una larga historia. Pero Eros es uno de los elegidos.

— Ahhh..  — me repuesto en su pecho, escuchando el latir distorsionado de su corazón.  —¿Mamá....?

— Si? —Acarició mi cabello con delicadeza.

—¿Yo también tengo un lado malo?

— No es un lado malo Emma...solo, es...  No sabría como explicarlo, pero si aprendieran a controlarlo dejaría de ser el lado malo, y encontrarás tu equilibrio.

— ¿Me haces una demostración?

La miro, ella dudosa asiente con la cabeza, me separó de ella y ella junta sus manos, luego las pone en la cama y esta empieza a temblar, me afirmó de las sábanas y veo como una bella enredadera de rosas rojas y negras crece por mi muralla.

— ¡¿L-LO HICISTE TU?!

—Si

— ¿Puedo hacer eso? —La Mire sonriente.

—No lo sé, debemos descubrir primero tu fuerte, luego como lo manejas, y luego veremos si logras imitar mis poderes.

— ¡Sería genial!

— Bien.. Mañana empezamos tu entrenamiento Emma.

— ¿En serio?

— Claro.

—¿A donde iras ahora mamá?

— Volveré al bosque, vuelvo mañana y pensaré en hablar con Agreste, ahora duerme ¿Si?—Besa mi frente—¡Tikki, puntos! — Su cuerpo se enfunda en el traje carmesí y desaparece por la ventana.

¡YA QUIERO SER LIBERADA, EMMA!

Tranquila voz de la razón, pronto alcanzaremos nuestro potencial.