Capítulo nueve.

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Era Jueves ya, la semana pasó volando. Abby seguía castigada y furiosa con su madre. No había aceptado ninguna de sus comidas que le había preparado para la escuela, y gracias al dinero que su padre le daba debes en cuando y lo guardaba, disfrutaba de las grasosas comidas del casino, sus amigas estaban impresionadas.

—Tenemos que hacer el proyecto —bufó Dolly—. Courtney ¿crees que pueda ser en tu casa? Mi madre tiene nuevo novio y es algo psicópata.

— ¿Te ha hecho algo? —Se preocupó Eve.

—No, porque nunca estamos solos, agradezco que mi mamá se le pegue como un chicle —ríe nerviosa.

—Opino que si puede ser en mi casa y también disfrutemos un rato. Fue una semana dura para todas.

—Tienen que convencer a Doris—habló por primera vez en todo el receso.

—Lo haremos, ella nos ama aunque esté loca —Eve le tomó la mano sonriendo.

Volvieron juntas al salón, les tocaba la misma clase, la misma del proyecto. Abby esperaba que su madre la dejara, estaba aburrida de la rutina; antes, al menos una vez a la semana la dejaban ir con las chicas.

A la hora de la salida; le tiritaban las manos, la calificación era importante pero realmente temía cuan cruel podría llegar a ser Doris.

(***)

Axel insistía que Justin visitara a su familia. Desde lo ocurrido con el castaño, solo había asistido una vez a la casa de su amigo. Fue a aquella fiesta donde conoció a su muñeca. La chica que le robaba los pensamientos y cada vez tenía más ganas de conocerla, su mirada siempre en sus pies y lo distraída que parecía ser le intrigaban.

—Está bien, iré a cenar hoy con ustedes —se rindió.

—A las seis aquí, sabes que somos puntuales con la hora y mi padre quiere conversar contigo, no preguntes de qué porque no lo sé —terminó y cortó.

(***)

Abby miró sorprendida a sus amigas, ellas tenían un poder único de convicción. Sonrió ante de la idea de que serían como hermanas por mucho tiempo más. Caminaron tomadas de la mano al vehículo que mandaron para Courtney. Esta última pidió al chofer que le subiera el volumen a la música y disfrutaron cantando.

Una vez allí, comieron juntas comida italiana a domicilio. Disfrutaron un par de horas contándose cosas sin sentido, hablando de chicos guapos.

— ¿Y Justin? —Si tenían la posibilidad de hablar sobre él, lo harían sin dudarlo dos veces—. La última vez que lo vimos estaba muy interesado en ti, pequeña —Dolly era la más curiosa sobre el tema.

—Nada pasa ahí, escucharon a Careen. Es un hombre comprometido, quiso acercarse y nos intercambiamos el número. Fue algo imprevisto y que probablemente no vuelva a pasar —admitió un poco dolida, odiaba ilusionarse.

—Parecía demasiado interesado, amiga —acotó Court—. Además su hermana es una víbora ¿le crees lo del matrimonio?

—¿Por qué mentir con eso? Tal vez se enamoró en la universidad o algo por el estilo, saben que las familias con el poder de la suya hace cosas extrañas —asumió—. Cualquier caso, no me gustaría estar involucrada. Es guapo pero con lo que ustedes han dicho puede significar peligro, aparte jamás me vería como algo serio. Es mayor que yo.

—Eres idiota, eres hermosa y si no has tenido nada con nadie es por tu loca mamá. Los chicos te buscan pero temes a algo —suspiró Abby—. Abbu, eres maravillosa y yo creo que si alguna vez llegase a pasar algo con la persona que sea, serías una maravillosa pareja.

Sentimientos de una muñeca © j.b.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora