Un día normal como cualquier otro. Me dirigía hacía casa de mi amiga que tan solo vivía a 3 calles de mi.
De camino sentí que tenía a alguien detrás me giré para confirmar tal presentimiento y en efecto, no me equivocaba tenía a un chico detrás.
Pero este chico no era uno cualquiera, me llamó mucho la atención su apariencia: llevaba una camiseta negra de Slipknot en la que era notable que él mismo le había cortado las mangas, al igual que los pantalones negros ajustados que estaban literalmente desgarrados de la rodilla y se podía ver desde la rótula hasta principios de la espinilla.
De cara era guapo, MUY guapo: rubio rapado al 2, y unos ojos azul brillante que me cortaron la respiración. También algo que me llamó la atención fueron sus dilataciones de 4 cm en ambas orejas.
Simplemente este chico había captado mi atención.
Le perdí de vista pronto pero para mi fue como en las películas, que en ese momento perfecto sientes como el tiempo se congela a tu alrededor y ves a esa persona moverse a cámara lenta con alguna canción de fondo.
No le comenté lo ocurrido a mi amiga, porque sería inútil, ya que no sé ni su nombre, ni de dónde es, ni NADA.
Así que no le di mucha importancia pero aquella noche dormí con la misma sensación de cuando lo vi.
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