Will Johnson: Una nueva vida

Mi entrenamiento

Will Johnson: Una Vida Nueva

En los principios de 2035, las discusiones políticas entre todos los países comenzaron a formarse, los problemas por la economía, por la pobreza, la hambruna, serios problemas que llevaron a millones de personas a crear varios rumores sobre que probablemente se aproximaría pues, una guerra, que sería la Tercera Guerra mundial. Y que sería comenzada por Robert Hamill, el hombre que había "renacido" el impero Nazi. Antes de llegar a ese punto, quiero que sepan más sobre mí. Les diré, yo era un asesino profesional nacido en Alemania el 5 de Noviembre del 1915. Mi padre, Walker Johnson, en algún momento fue un asesino serial, de los mejores ya que la policía nunca tuvo pruebas para encarcelarlo o algo por el estilo. Cuando yo era pequeño, vivía solo con él, ya que mi madre había muerto al yo nacer, después de haberme dado a luz. Supongo que eso fue lo que hizo que mi padre se retirara de lo que hacía. Vivíamos en una vieja casa de madera en el bosque, las ventanas estaban rotas así que el aire se metía y el frío era inmenso así que teníamos que prender siempre la chimenea para que nos diera calor, además de que no teníamos electricidad en nuestra vivienda. El piso también era de madera osea tablas, así que cuando dormíamos, ya que no teníamos camas, dormíamos en mantas en el piso y el sonido de las tablas cuando nos movíamos era bastante molesto, además de que era duro. La razón por la que dormíamos en el piso y no teníamos cama es que no teníamos mucho dinero, ya que mi padre lo había perdido todo por un robo que le hicieron unas personas con las que el tenía problemas. Solo teníamos para comida, con un trabajo que tenía mi padre en una panadería cerca, aunque era de muy baja paga y para pagar una pequeña escuela a la que iba, la más cerca que quedaba de mi casa que aún así quedaba a una hora y media. A los 7 años mi padre empezó a entrenarme. Todos los días de lunes a viernes. A la escuela entraba a las ocho de la mañana, así que mi padre me despertaba a las 3 AM para entrenar en el bosque, con el frío inmenso que hacía y entrenaba hasta las 6 de la mañana, fuertemente y sin descanso, para luego ir a la escuela. Eso es algo que mi padre siempre me enseñó, a dormir poco, supongo que en algún momento pues, me acostumbré y se me hizo más fácil vivir de esa manera, además de siempre estar alerta a toda amenaza. Mi padre me enseñaba en el entrenamiento, a pensar como asesino, así que a los once años, ya pensaba como uno profesional. Al igual que hacíamos fogatas afuera los viernes y hablábamos:

—Walker: Bien sabes que debes pensar como un asesino en todo momento, nunca sabes el peligro, o el enemigo que tengas en el mismo salón que tú.

—Will: Vale, verás, lo tendré en mente, incluso eso de confiar solo en mí mismo, ¿eso incluye no confiar en ti?

—Walker: En mi claro que puedes, soy familia, tu propia sangre, tu única familia y amigo, los dos confiamos en nosotros que es lo importante y así se debe quedar. Por ahora solo debemos de confiar en uno al otro, ya que por mi culpa y errores del pasado no podrás tener una vida normal.

—Will: No te preocupes por eso, créeme, bastante asco le tengo a la sociedad y su manera de comportarse, con estos humanos que ni humanos parecen. Pero gracias por esa lección de no confiar en nadie.

—Walker: De nada hijo, sea como sea, si no lo aprendes ahora, la vida te lo demostrará.

También me enseñaba a matar, o sea, me enseñó cuales son los puntos débiles de los humanos, incluso estrategias diferentes, ya que no todas las personas peleaban o se defendían iguales, y así también me enseñó a pelear y a defenderme. Me enseñó diferentes tipos de llaves, contra ataques, diferentes maneras de dar puños y en donde darlos, con las patadas también y de que manera hacerlas, básicamente muchos diferentes estilos, todos los que el sabía, quería hacerme como él, quería hacerme intocable. Las categorías de entrenamiento se dividían por días, ahora, les diré primero sobre los días de armas como pistolas, escopetas, armas automáticas y etc. Me enseñó tanto sobre la puntería, que hasta diría que podía pegar en el centro del objetivo con los ojos cerrados. También a ser un francotirador, que también todo lo que disparaba acertaba. También estaban los días de pues, "camuflaje" en los que me enseñaba a esconderme bien, a camuflarme con las cosas, moverme sigilosamente y acercarme al enemigo sin que tan siquiera se diera cuenta. Ese era básicamente uno de mis entrenamientos favoritos, ese y el del cuchillo y esos dos juntos mucho mejor aún. Estaban los días que hacíamos mucho físico. Corríamos por todo el bosque cómo por dos horas, sin parar, ya pues para crear una resistencia inmensa en caso que haya que escapar de alguien o perseguir a alguien, corríamos con obstáculos, trepábamos árboles, nadábamos en el rió, practicaba aguantar la respiración para crear resistencia debajo del agua también y etcétera. Esos eran pues los entrenamientos básicos, de supervivencia, pelea, armas y eso. Pero también estaban los entrenamientos de lógica, estrategia, asimilación, confianza entre otros. Y como dije, ya a los once años dominaba el 95% de los entrenamientos y en la escuela, me llamaban incluso hasta "genio". Era básicamente ya un asesino preparado a esa edad.