Capítulo 1

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Escrito por: edith2406

-¡Corin! ¡Es hora de levantarse!.- gritó su padrastro desde la cocina. Ella, obediente, se levanto sin ganas como cada mañana desde ese día en que había perdido a su madre hacía seis meses.
Se arreglo y bajo a desayunar, su padrastro la esperaba perfectamente arreglado con su traje como todos las mañanas.
-Ya estoy aquí.- dijo ella sentándose a desayunar. Su padrastro la miro.
-Iré a ver a tú mamá al cementerio.- comentó.
-Ajá.- dijo ella sin ganas y comenzó a masticar muy rápidamente el desayuno, este le sabía amargo.
-Deberías venir conmigo. Podrías visitar a tú papá también.
-No quiero.- contesto con brusquedad. Su padre también había muerto, pero a diferencia de este es que falleció cuando ella era pequeña, y por eso su madre se había vuelto a casar con el que ahora era su padrastro. Él la miro con severidad.
-Es tú madre.
-Y está en una tumba.- contestó burlona.- Lo siento pero no me apetece ir a recordar que me he quedado sola y que ambos de mis padres están muertos.- contesto con dureza, mientras le miraba a los ojos, firme.
-De acuerdo.- contesto él y miro su reloj.- Tenemos que irnos.- Corin bufó molesta.
-Es temprano aún.-dio otra mordida a su pan.
-Odio llegar tarde.- dijo él y suspiró, Corin tomo su mochila y se fueron a la escuela.

En cuanto llegó suspiro.
-Otro día, mismo infierno.- pensó y fue directo a su casillero, miro mal a quienes aún le dirigían miradas de lastima y se fue directo a su salón.
-¡Corin!.- escuchó que gritaban a lo lejos su nombre, y al voltear, Hailee, su mejor amiga, se encontraba corriendo hacia ella sonriente como siempre.
-¡Hailee!.- ella le sonrió y la abrazo, era la única amiga de verdad para ella pues había estado cuando muchos no. Se fueron a clase y ya ahí Hailee le dirigió una mirada a las sillas vacías de la parte de atrás y ambas corrieron. Marcus, el novio de Corin, ya se encontraba ahí y al verlas correr rodó los ojos.
-¡Marcus!.- ella le sonrió y él no pudo evitar devolverle la sonrisa, pues apenas comenzaba a recuperarla de nuevo. Después de la perdida de la madre de Corin, la chica sufrió una gran depresión.


La escuela para ellos transcurrió de forma normal. Marcus era el chico malo de la escuela con el que nadie se metía, Corin era la novia que nadie le tocaba o como se había convertido en los últimos meses: la maldita huérfana.
-Mi padre irá al cementerio a ver a mi mamá.- confesó Corin de pronto, cuando iban de camino a casa.
-¿Irás con él?.- pregunto Hailee.
-No quiero ver la tumba de mi mamá, que está junto a la de mi papá.
-Tal vez deberías ir también, necesitas sanar.- aconsejo Hailee.
-No podré hacerlo, al menos no hasta que encuentre al asesino de mi madre.
-Corin, la policía está estancada y nosotros aún más. Llevamos meses en lo mismo.-recordó su amiga.
-Solo di que no quieres ayudarme Hailee.- dijo molesta.
-Creo que tienes que dejarla ir. Quiero ayudarte. Marcus, dile que esto es una locura.
-Creo que si ella quiere encontrar al asesino, no dejaré que lo haga sola.- contesto después de un rato de no decir nada.
-Bien.- suspiró. Caminaron a sus respectivas casas después de ello.

-Todos creen que me he ido.- dijó sonriendo desde la oscuridad.- Nadie sabe que yo nunca me fui.- miró la fotografía de esa mujer, a la que mató antes de fingir su desaparición. Sonrió, mientras acariciaba la imagen.
-Ah, lo que daría por revivir tú muerte una y otra vez, fuiste la mejor presa. Y tú hija, ¡Ella también lo será, ella también será presa de este asesino;.- sonrió y bebió de su copa, ya era hora de regresar y el mundo no tardaría en encontrar a su nueva víctima.

-Recuérdame ¿porqué vinimos aquí?.- preguntó Corin a Marcus con pánico.
-Te gusta venir al bosque.- dijo él, tomando su mano y ella lo miro.
-Si, pero el día de hoy tengo un mal presentimiento. Tal vez deberíamos irnos.
-De acuerdo.- él se encogió de hombros y comenzaron a caminar de regreso, ella lo miraba, no entendía como es qué él se había fijado en ella.
Siguieron caminando rumbo a casa cuando notaron un olor peculiar.
-¡Huele asqueroso!.- se quejó ella.
-Es como si alguien hubiera muerto.- contestó Marcus.- Ven, vamos.- tomó la mano de Corin y ambos caminaron hacia el olor, el par se sorprendo ante lo que veían sus ojos. Una chica castaña estaba allí, sobre el pasto, con la ropa ensangrentada, con múltiples apuñaladas y sin vida.
-¡No!.- gritó Corin, al ver el cuerpo de la chica con la nota, que tomó con asco y miedo "¿creyeron que me he ido? La humanidad es ilusa atte. I'assassin". Él había regresado.

I'assassinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora