Capítulo Único

3K 205 19
                                    

Hola, hace tiempo que no me paseaba por acá ^^ Me alegro de poder decirles que mi semestre esta por terminar, así que dentro de unos días actualizare mis otras historias :3 Mientras tanto, les dejo este pequeño proyecto que lleva guardado en mi pc casi 3 años y hasta hoy pude terminar :'3 Espero les guste! Esta era y es una de mis parejas favoritas <3 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

BLANCO Y NEGRO
CAPÍTULO ÚNICO


Era tarde, poco más de la media noche, pero como ya era costumbre el sueño no llegaba a mí -casi nunca lo hacía- por lo que me puse a pensar en algunas cosas sin importancia verdadera a falta de algo mejor que hacer.

Caminando hacia el balcón miré sin sentimiento alguno el bosque frente a mis ojos, buscando a Yuki y encontrándola casi de inmediato caminando en compañía de su amiga. Apenas notó mi presencia me dedicó un saludo y una radiante sonrisa, siendo secundada por la otra chica, así que haciendo lo propio les regresé el gesto a ambas, antes de que continuaran con su caminata charlando animadamente.

A pesar de que ahora era una vampira, mi hermana se negaba a dejar de hacer de guardia nocturna desde que habíamos regresado a la academia Cross, siendo recibidos sin objeción alguna por el director, quien nos aceptó con los brazos abiertos, aunque no se podía decir lo mismo de todos los estudiantes, principalmente los de la clase nocturna, y más específicamente solo uno de la clase diurna. No era sorpresa que a pesar de que los vampiros aún me tenían total respeto –mucho más que a mi hermana – prefirieran mantenerse alejados de mí, hablando mal a mis espaldas sin atreverse a hacerlo de frente como era debido. No me quejaba de nada de eso, no me importaba lo que los demás creyeran de mí, pues había tenido mis propias razones para hacer lo que hice y aun si había estado mal no había marcha atrás, no podía corregirlo ya.

Suspirando, me adentré de nueva cuenta a mi alcoba sin cerrar las puertas, el clima era bastante agradable como para hacerlo; el viento era fresco, sin llegar a ser frío del todo, y traía consigo el delicioso aroma de los árboles y la tierra del bosque.

Con algo de cansancio tomé la copa que estaba sobre la chimenea y me senté en el sillón de terciopelo rojo, dadole la espalda al balcón y recargando la cabeza en el respaldo, cerrando los ojos mientras daba un sorbo a mi bebida, sintiendo algo de repulsión hacia ella. Hace ya un tiempo que solo me alimentaba de pastillas de sangre, y era inevitable que tarde o temprano pasara esto, que quisiera un poco de sangre real, sangre fresca.

Soltando un hondo suspiro me obligué a tragar el insípido líquido.

Yuki se había ofrecido unos días atrás a que la mordiera, pero eso era algo que no quería hacer; aún me incomodaba un poco verla y pensar en el error que casi habíamos cometido al intentar estar juntos, cuando en realidad el sentimiento que nos teníamos mutuamente no era amor. Afortunadamente nos habíamos dado cuenta a tiempo, antes de hacer una locura.

Después de irnos de la academia y pasar tiempo juntos me había percatado de que mi "amor" por ella radicaba solo en nuestra línea de sangre, porque aunque bien si la amaba, el sentimiento era meramente fraternal. Ella me hacía reír y me alegraba la vida, pero solo como una hermana; no estábamos en sintonía para ser algo más, así que había hablado con ella y aunque algo renuente al principio finalmente también había caído en cuenta de nuestra relación. Gracias a ello nuestro lazo se había hecho más fuerte como hermanos, y así nos sentíamos más que bien.

Tras aquel acontecimiento y unos días de convivencia más tarde, Yuki había logrado adaptarse más a su nueva vida de forma satisfactoria y, aunque algo nerviosa, había terminado pidiéndome que regresáramos a la academia, pues alegaba no poder ser capaz de abandonar su vida allí, a su padre, amigas... y a Zero.

Blanco y NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora