Día siete.

1.2K 125 28
                                    

Habíamos despertado afuera ode la cabaña, pues nos quedamos dormidos ahí mismo, había sido una larga y muy divertida noche que hasta olvidamos a que hora dormimos.
Entramos a la cabaña para dejar en orden las últimas cosas que nos faltaban y volver a empacar, íbamos a regresar a medio día y apenas eran las nueve y nosotros ya estábamos listos.
Lo único que nos quedaba por hacer era desayunar y realmente sería fantástico ver a Iris y a sus rubias y molestarlas una última vez, porque era más seguro que no quería y no volvería a verla otra vez en mi vida.
A pesar de que era nuestro último día, estábamos feliz de haber estado juntos toda esta semana, una semana entera y quien sabe hasta cuando nos volveríamos a juntar como está vez.
Entramos a la cafetería y como dije, Iris estaba ahí con sus plásticas desayunando y riendo de la manera más hipócrita que puede existir. Nuevamente nos vieron entrar y jamás nos quitar la mirada de encima. ¿Tendría que disculparme con ella por haber sido tan sincera? ¿O tendría que decirle las cosas que no dije? O algo mejor que tenía en mente.
Hicimos lo mismo de siempre, nos sentamos, charlamos, pedimos nuestro desayuno, desayunamos, charlamos nuevamente, volteamos hacia la mesa de las rubias y lo único diferente era que el director había entrado, pues estaban prácticamente todos los grupos, los grupos que si trabajaron a excepción nuestra.

-Bueno jóvenes, estoy feliz de haberlos tenido una vez más aquí y que hayan disfrutado esta semana con sus amigos o nuevos amigos -sonaba tan hipócrita al hablar, ¿será el padre de Iris? Porque son idénticos en la forma de ser -vengo para despedirme de ustedes y darles las gracias por haber participado en nuestras actividades y para decirles que podrán llevarse algo de comida para el camino, ya que es largo y parece que habrá algo de tránsito -uno de los grupos gritó, lo cual fue extraño -Y bueno, nos vemos luego.

Pareciera como si nadie le hubiese prestado atención, salió de la cafetería sin que nadie dijera nada. Aunque en realidad no lo merece.

-Deberías de ir a hablar con Iris -dijo Sadie después de que el director salió y todo volvió a la normalidad.

-¿Si? ¿Y decirle qué? -contesté.

-Nada, despidete de ella, has lo tuyo Brown.

¿Hacer lo mío? ¿Qué se hacer?

Nuestro desayuno no fue muy largo como los anteriores, creo que extrañamente queríamos regresar a casa, tal vez extrañabamos nuestro lugar, y había sido bastante descanso, al menos para mi.
Empezaba a extrañar a mi papá y empezaba a preguntarme sobre como estará mi mamá, con todo eso del bebé perdido. No creo que e dos hayan sido siete meses, tal vez eran dos, aunque hay algunos embarazos en los que por falta de cuidado el bebé llega a morir tiempo antes. Me preguntaba si me extrañaban, si mi papá me extrañaba, si mi mamá me extrañaba, ¿alguien en esa casa estará esperando a que vuelva bien? ¿alguien se preocupa por mi ahí?
Al menos, yo si los extrañaba, extrañaba a mi mamá y eso me deprimia porque cuando me fui no me despedí de ella y me fui mal, con muchos problemas. Ahora, me arrepiento por no haberlo hecho; simplemente porque nunca sabes que va a pasar en un futuro y nunca sabes cuando es la última vez que vas a ver a esa persona.
No pasó nada, y espero que no haya pasado nada allá, pero nunca me lo habría perdonado, porque en verdad esa mujer es mi vida aunque no lo parezca, aunque a veces la odié, aunque ella no me quiera, es la mujer que me dio la vida, simplemente por eso.
Me sentía triste por eso, pero sabía que todo iba a estar bien, ella y yo tendríamos que estar bien en algún momento, habría de haber algo que nos uniera.
Tenía ganas de irme, regresar a la escuela porque creo que la extrañaba un poco y no quería faltar estas dos últimas semanas antes de salir de vacaciones.

-¿Soy la única que no tiene ganas de desayunar? -preguntó Sophia con disgusto.

-No -contestamos todos al mismo tiempo.

f i n d  m e | fillie; [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora