La típica Nerd (Harry Styles y Tú)

Capítulo 6

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Puse mi libro entre mi pecho y mi brazo y salí de casa hasta el pequeño parque lleno de árboles y una fuente en el centro de este. Nunca venía nadie aquí y me ayudaba mucho a  concentrarme en mi lectura y pensar… Empecé a dejarme llevar con la lectura, tanto que apenas escuchaba el sonido del agua caer de la gran fuente, con mis piernas cruzadas y mi libro apoyado en mi antebrazo mientras que con el otro recogía un mechón juguetón de mi pelo que se escapaba de mi improvisada coleta. Movía mi pierna de arriba abajo, la lectura… era como un mundo apasionante de sentimientos y sensaciones inexplicables. Sentí sobre mi cuello una respiración cortada al lado de mi oreja, me giré lentamente extrañada y me encontré con el perfil de Harry mirando mi libro, lo cerré rápidamente y me levanté del banco mirándole.

Pareces un fantasma, no vuelvas a presentarte así, ¡me asustas! – dije gesticulando. Él soltó una carcajada.

¿Qué estás haciendo aquí? – dije después de que él parara de reírse.

Estaba dando una vuelta por el barrio para conocerlo mejor y me he encontrado contigo – dijo sonriéndome y mirándome de arriba abajo. Odio que haga eso.

Ah vale… - dije sin importancia y dando la media vuelta. Pude notar como Harry me seguía.

Podías enseñármelo tú… - dijo con esa estúpida sonrisa.

No tengo tiempo para perder el tiempo – dije mirando al suelo. Él rió de nuevo.

Oh vamos, ¿Qué chica no quiere dar una vuelta conmigo? – dijo con tono de obviedad.

Pues yo soy un claro ejemplo de esas chicas, bueno creo que soy la única… – dije mirándole con una sonrisa forzada.

Sé que te mueres por mis huesos… - dijo posando su brazo sobre mis hombros y acercándome a él.

¡N-no me toques! – dije apartándome nerviosa.

¿Ves? Lo que te decía… - dijo con una sonrisa pícara. Yo le miré rodando los ojos.

Lo siento, pero no voy a aceptar – dije firme.

Ya lo harás… - dijo haciendo una pausa- ¿Adónde vas ahora? – dijo sin parar de seguirme.

A mi casa, mi madre ya debe de haber llegado – dije sin mirarle.

¿Seguro que no quieres dar una vuelta?

Eres un pesado, ¿te lo han dicho alguna vez? – dije.

Pues no la verdad, la gente no me rechaza a menudo.

Oooh… qué pena, yo soy la excepción – dije intentando parecer distante. Me estaba poniendo nerviosa, no solía hablar mucho con la gente y menos con Harry Styles, el chico más popular de mi instituto.

¿Eso es ironía? – dijo gracioso e intentando parecer ofendido.

Sí, date por aludido – dije entrando en el jardín de mi casa.

Oh gracias señorita Parker, ha sido un placer hablar con su ironía – dijo gracioso e irónico a la vez. Sonreí y entré en mi casa mi madre todavía no estaba aquí. Me duché y salí hacia mi habitación para coger la ropa del armario con tan solo una toalla enrollando mi húmedo cuerpo y recogiendo mi pelo con una más pequeña. Me giré para ponerla encima de mi cama y después coger mi ropa interior, pero paré en seco mirando hacia la ventana, las cortinas no estaban corridas y detrás de ellas pude divisar a Harry de pie mirándome asombrado con los ojos abiertos como platos, mierda. Corrí rápidamente a cerrar las cortinas viendo como Harry silbaba desde su habitación, le lancé una mirada fulminante mientras él reía y cerré las cortinas con rabia. ¿Pero qué mierda hacía él mirándome con tanta tranquilidad desde su habitación? Estaba de pie por lo que supuse que acababa de entrar en esta. Dios, qué vergüenza…  Me senté en la cama pensando en lo que podría pasarse por aquella mente enferma de Harry. Me vestí y me senté en mi escritorio, hora de trabajar.

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Entreabrí los ojos perezosamente y me moví levantándome de la cama, toda la noche había dormido boca abajo, tal y como caí después de tirarme toda la noche estudiando. Me puse mis gafas y abrí las cortinas y la ventana para airear la habitación, en la ventana de enfrente había un folio pegado al cristal en el que ponía: “Buenos días”.  Fruncí mi ceño para ver con claridad ya que la luz cegaba mis ojos medio dormidos aún, cuando la ventana se abrió de repente, encontrándome con un sonriente Harry.

¡Buenos días! – dijo alegre. Pude ver que tenía una camiseta blanca y unos pantalones de cuadros cortos y con sus rizos más alborotados de lo normal, se me escapó una sonrisa al ver lo ridículo que parecía. Recapacité, yo también estaba con mi pijama y no es que sea mejor que el suyo la verdad, mis mejillas tornaron a rosadas.

Bonitos corazones – dijo mirando la parte de abajo de mi pijama.

Bonitos pelos – dije, salí de mi habitación sin nada más que decir. Pude notar como su mirada aún seguía en mí. Preparé mi desayuno y subí a vestirme a mi habitación antes claro está, cerrando la ventana y las cortinas. Me puse unos pantalones vaqueros y un jersey de rayas color azul marino con unas botas bajas, me hice una coleta alta, colocándome las gafas y salí de casa hacia al centro comercial, iría a comprar algo y de paso despejarme. Después de 10 minutos andando por fin llegué al centro comercial.  Busqué la tienda de chuches más cercana y me compré unas gomitas y una bolsa de gusanitos, sabía que acababa de desayunar pero las chuches eran mi perdición. Miré por los escaparates de las tiendas, buscando algo que llamase mi atención, finalmente entré en Stradivarius, me gustaba la ropa de esta tienda aunque mucha gente no lo creyera, claro era la “Nerd”, nadie se espera de una nerd que vaya a comprarse ropa a este tipo de tiendas… Salí de la tienda, después de haberme comprado una camisa lisa azul con botones y cuello contraste blanco más un pañuelo con estampado de palmeras con tonos azules y anaranjados. Me encantaba la moda, siempre me ha gustado hacer conjuntos con mi propia ropa y siempre he sido fiel a mi estilo, no me gustaban nada las faldas ni los vestidos, los odiaba. Entre mis pensamientos me di cuenta de que me llamaban, ¿quién sería?

¿Sí? – dije extrañada, no conocía el número al que pertenecía la llamada.

¿Con que, divirtiéndote sin mi eh? – dijo la persona al otro lado de la línea, esa voz…

¿Quién eres? – dije intentando reconocer al emisor. Después de decir eso la llamada se cortó.

Soy yo – dijo una voz ronca a mis espaldas, yo chillé y me giré rápidamente viendo como se reía.

¿Quieres dejar de seguirme de una vez? – dije enfadada. Él se limitó a sonreír.

¿De dónde has sacado mi número de teléfono? – dije aún con tono de enfado.

Tengo mis contactos – dijo rodeándome y mirándome.

¿Qué es lo que quieres? – dije intentando contener una bofetada en su cara. Él acarició mi cabello ignorando mi pregunta y yo la aparté seguidamente empezando a caminar en otra dirección.

¿Te apetece tomar algo? – dijo detrás de mí.

Oye, te voy a quedar una cosa muy clara Styles – dije parándome en frente de él – No vas a conseguir nada con esa actitud, yo no soy como las otras chicas que mueren por ti y harían lo que sea por una cita contigo. Así que no gastes tus dotes de ligar conmigo porque no te funcionan ni te van a funcionar – dije con una seguridad que no sé de dónde saqué. Él abrió la boca para decir algo pero yo le interrumpí.

Oh, y otra cosa, imagínate que soy una granada y en algún momento voy a estallar – dije gesticulando- Me gustaría reducir al mínimo las víctimas ¿de acuerdo?