Capítulo 1: metal y sexo.

19 7 5
                                    

Era el año 1989, un extraño virus creado por el gobierno estadounidense con fines para la guerra fue liberado accidentalmente por los soldados infectados que lo propagaron. La fuerza nacional no pudo contener el virus y todo se salió de control, las personas comenzaron a enfermar y a convertirse en seres salvajes llenos de rabia y hambre. Sólo hoy quedan pocos en la ciudad de New York, dónde cada hora, cada minuto, cada segundo es de supervivencia, a éste paso no se sabe cuando mas podrá permanecer la humanidad. Yo, Kenneth Harrison, era un militar que formaba parte de la armada nacional pero fui expulsado por razones psicológicas, creían que estaba loco sólo porque me atraen los muertos, cuándo los animales también hacen eso, además de que extrañamente ésta condición es lo que me ha mantenido con vida, ya que los muertos al verme huyen porque saben que soy un necrofílico. Hasta ahora aprendí que los muertos ya no eran ellos el peligro, sí no los caníbales asesinos, es algo de lo que me debo cuidar mas.

-Kenneth viajaba por una carretera desolada, la cuál a lo lejos se percató de que tenía compañía...eran caníbales que trataban de parecer buenas personas.

–Kenneth: valla valla, ¿qué tenemos aquí?, una niña tierna, una madre desconsolada, un padre protector y dos tíos asustados.-Kenneth sabía que eran un grupo de caníbales que tramaban algo...

– ¡Oh!, no señor, estamos bien sólo queríamos saber si necesitaba ayuda ya que, ¿usted viene solo?...¿cierto?.-viendo alrededor desconfiado.

–Kenneth: eso a usted no le importa un carajo, pero sabe si necesito ayuda... .-fingiendo estar mal.

–¡Oh!, es una pena, venga con nosotros podemos ayudarle si usted lo desea, solamente entregue sus armas.

–Kenneth: esta bien, pero antes, tengo una duda.- Kenneth se da cuenta que en la camioneta en la que iban hay una columna humana colgada, con eso comprueba de que son caníbales.

–¿Qué sucede extraño?.- viéndolo con confusión.

–Kenneth: ¿Podría cerrar los ojos de la pequeña?...

–¿Cerrar los ojos?...¿de qué me habla?.–confundido

–Kenneth: así es...creo que deberían esconder sus trofeos, ¿no lo cree?.- riendo sarcásticamente.

–¿Pero qué?...¡MALDICI...!

–Kenneth: ¡MUERAN MALDITOS COSTALES DE MIERDA!.- les dispara a todos matándolos fácilmente.

Kenneth mato primeramente al padre dándole un tiro en la cabeza con su rifle Ak-47, después le disparo a los dos tíos que iban armados con dos hachas, terminando así con la pequeña dándole un tiro de gracia por piedad.
Kenneth revisa las cosas que guardaban los caníbales en sus pertenencias, en uno de los cajones encontró un disco de Motorhead el cual era su banda favorita.

–Kenneth: pero mira que buena mierda me acabo de encontrar, estos hijos de perra si que se emocionaban, lo escucharé en todo el camino para llegar a New Jersey.

Kenneth se aventurará ahora en el camino mortal hacia New Jersey, pero al menos si muere, morirá escuchando a su banda favorita ¡Si joder!.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Rapist Of The Dead(El violador de los muertos).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora