Chloé se observó por tercera vez en el espejo, observando su figura en este y detallando con su mirada como lucia.
Llevaba un vestido de color rojo, debajo de las rodillas con pequeños toques de pedrería debajo del busto para entallar su enorme barriga.
Aquello había sido un regalo de Marinette, quien había confeccionado algo para ella en su segundo color favorito, haciendo alusión a su heroína favorita e, irónicamente, su amiga.
Había hecho un estupendo trabajo, su gran barriga se hacía notoria pero con una gran sutileza entre el menudo y estilizado cuerpo de ella hasta la formación del gran vientre, y cabe decir que ninguna prenda de maternidad había logrado lo que la diseñadora había conseguido en cuestión de días, ahora estaba más que feliz que ambas hubiesen podido entablar una amistad.
― Vaya que me das problemas para encontrar ropa ― Acarició con suavidad su vientre, suspirando un poco por la frustración.
Pues, ahora se encontraba en una encrucijada.
¿Había sido el mejor momento para elegir ese vestido?
Era el que mejor le quedaba, y con el que más se sentía cómoda, pero había un problema.
― Tú padre es el problema ― Bramó, sintiendo una suave patadita desde su interior como respuesta a su leve apatía ― No lo conoces, sí está molestándome con que ahora el tomate soy yo, ¡No sabes cómo se pondrá de pesado cuando me vea así! ― Refutó, llevando sus manos hasta su cabeza para masajearla suavemente.
Y es que sí, el padre de la criatura que llevaba en su interior no era nada menos que Nathaniel Kurtzberg, artista en artes plásticas y animación digital.
Las cosas para ella habían dado un giro inesperado cuando habia decidido que era lo que quería ser en la vida; Maquillista. No era mal sabido que ella siempre buscaba lo mejor para poder lucir y resaltar (Aunque a palabras de ella, su presencia bastaba para ello) y solo esa simple decisión habia tomado el rumbo de su ahora vida, el estar a punto de ser mamá.
Claro, que mientras aquello pasaba, muchos otros sucesos ocurrían en su vida. Desde la amistad que habia formado con Marinette, cuando comenzó a trabajar codo a codo con ella, la amistad diagonal rivalidad que compartía con Alya y Nino, hasta el regreso de Adrien a su vida y él ser nombrada como portadora del Miraculous de la abeja.
Muchas emociones para una vida.
Pero en definitiva, podía asegurar que aquellas que más podía atesorar habían sido las que habia sentido al convivir con Nathaniel nuevamente cuando él le instruía un poco de la técnica de Bodypaint mientras ella buscaba incorporar aquello en sus maquillajes.
Las cosas se habían dado, y un giro inesperado sucedió; A quien ella solía molestar durante el instituto, era quien ella ahora amaba.
― ¡UGH! ― Exclamó, intentando ahogar un grito de frustración mientras se sentaba en su cama y cruzándose de piernas, mientras llevaba una mano hasta su pie para masajearlo.
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Tomate [Miraculous Ladybug Oneshot]
FanfictionIrónicamente, él tomate había hecho que ella se convirtiera en un tomate.