I stay when you're lost and I'm scared and you're turning away

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Miró una vez más el cielo antes de entrar. Se acomodó la camisa rayada y chequeó su celular. Se aclaró la garganta. Frunció la boca y tomó aire. De repente todo le parecía denso, el oxígeno, sus botas con el tacón macizo, el peso de los anillos en sus manos, la realidad... sobre todo la realidad... ¿por qué había venido si quiera? Tenía un sillón lo suficiente amplio para dormirse mirando el resto de los capítulos de la serie que estaba siguiendo, una nevera llena de helados por la mitad que nunca acababa y el día de mañana libre. Pero Liam había insistido con diversas tácticas incluyendo el ruego y la amenaza, y Niall le había enviado un mensaje diciéndole que vaya... y debía admitir que él quería estar allí, no se sentiría correcto enterarse de como iba la fiesta vía historias de Instagram ajenas, en el fondo lo lamentaría más estando lejos que viniendo.

Perdido en las intricadas conclusiones de su cabeza no notó la puerta abrirse.

"¡Harry!"

Apretó los párpados con fuerza y sonrió sin enseñar los dientes.

"Hola, Liam. Feliz Cumpleaños." Su tono era plano y poco honesto, pero su amigo estaba demasiado intoxicado para siquiera notar la incomodidad detrás de la cortesía.

"Gracias, ¿qué hacías en la puerta? ¿el timbre no funciona?" inquirió arrugando el entrecejo.

"No, no. Ni siquiera me moleste en tocar, la música retumba hasta el final de la calle." Se sinceró encogiendo los hombros.

"Siii, ¿no es genial?" Exclamó Liam arrastrando las vocales como si le pesara la lengua.

"Definitivamente." Dijo con sarcasmo mientras era empujado hacia adentro de la residencia.

"Los chicos están por ahí." Fue lo último que llegó a oír, antes de que la voz de su amigo fuera aplastada por el ritmo frenético de un trap grosero.

Asintió fingiendo entusiasmo. Bien sabía que no iba a buscarlos. Bueno, tal vez a Niall para saludarlo y preguntarle por su viaje a Asia. Pero definitivamente no buscaría a Zayn, mucho menos a Louis; aunque posiblemente si hallaba a uno le bastaría para hallarlos a ambos.

Recorrió la sala intentando pasar desapercibido, no conocía demasiada gente allí así que le sería fácil no hacerse notar. El patio era grande y había focos colgando de una soga atravesando el espacio encima del césped, el murmullo se filtraba haciendo pensar que la mayoría de los invitados prefería estar afuera muriendo de calor, a estar adentro tolerando el gusto musical del anfitrión. Se masajeó la frente con fatiga.

Había tenido una semana ajetreada entre el trabajo de media jornada y la universidad. La ansiedad por la reunión con sus amigos no fue de gran ayuda tampoco. Habían pasado ocho meses desde que todo había terminado, de a momentos parecía poco, esa era la excusa que le gustaba poner cada vez que alguien mencionaba que debía seguir adelante. Louis le había dicho que los lutos debían ser respetados para quitarles el poder sobre uno, y Harry se aferraba a esa declaración como si fuera una verdad universal.

"Las cosas que sanan correctamente nunca más vuelven a doler." Susurró acurrucándose contra la almohada, una de sus manos descansaba debajo de su mentón y las rendijas de la persiana le pintaban rayitas sobre el torso desnudo.

Harry se extravió en un espiral de recuerdos dorados. Lo extrañó como no se había permitido extrañarlo en todo el duelo silencioso que había llevado. Las lágrimas le ardieron en los ojos como una erupción de lava, se refregó con el antebrazo y abrió la boca para respirar mejor.

Cuando Niall lo encontró, Harry ya había tomado un vaso hasta el tope de vodka con naranja. Hablaron bastante de tópicos superficiales como si ninguno se atreviera a ir más allá, el cómo estás abarcaba perfecto el plano sentimental, y Harry había dicho que estaba bien, y Niall lo había dejado salirse con la suya haciendo de cuenta que le creía. No tenían necesidad de provocarse una crisis en mitad de la fiesta.

hold on to the memories (they will hold on to you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora