XI

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Marzo; 2010.

Narra DaeHyun.

Observé que JinYoung durmiera, su libro estaba abierto y en su pecho, sus lentes algo mal acomodados por su pose al dormir, se le notaba difícil de despertar y aproveché el momento en ese instante.

Tomé mi daga de mi cajón en la mesita de noche de al lado de mi cama, me levanté sigiloso a colocarme en una esquina sentado de modo que al estar al oscuro no pudiera verme fácilmente si él despertaba y sin más arremangué la manga de mi brazo izquierdo.

De nuevo las marcas estaban allí.
Punzando.

Lentamente pasé la navaja una vez, dos veces, tres... cuatro...

Suspiros entre dolor y gusto emanaban de mi boca mientras buscaba con que vendarme luego; descargar mis penas tan calladas era algo tan placentero para mi.

-Mmm... eso es...- susurré exponiendo mi brazo al único lugar donde la luz de la luna en la ventana iluminaba ténue y dejaba ver entonces aquella sustancia roja de mi ser.

Mis ojos por poco se iluminaban, era morboso pero me encantaba ver aquello.

Fue hasta que fui interrumpido y oculté mi brazo; molestándome de inmediato.

Narra JinYoung.

Se escuchaban sonidos extraños, eran como jadeos de dolor y a la vez suspiros de gusto y me asusté malpensando.

Yo aún solo tenía 16 años como para escuchar cosas así de noche y hasta pensé que DaeHyun estaba de compañía o algo, me senté encendiendo la luz de la lámpara a mi lado mirando al rededor algo asustado pero él no estaba en su cama.

-¿DaeHyun?-

Un fuerte silencio invadió la habitación, froté mis ojos y acomodé mis lentes para poder aclarar mi vista y fue cuando vi un bollo negro en las sombras de una esquina; recordé entonces que DaeHyun solo vestía de negro y cuando alzó la vista efectivamente era él.

-Duérmete... no pasa nada-

Dijo él en seco, a mi solo me dio un escalofrío tremendo mirarlo, su brazo seguía expuesto y él sangraba.

-DaeHyun ¿qué te ocurrió?-

En cierto punto pensé que pudo lastimarse sin querer, mi tono de voz daba a notar mi angustia de verlo así y encendí con apuro la luz de la habitación.

Fue cuando vi la daga en su otra mano.

Mis ojos se abrieron de par en par al descubrir aquello; él se autolastimaba.

¿Por qué rayos?

-Te dije que no me pasa nada... apaga la luz y duerme Park- dijo él levantándose, mostrándose molesto conmigo.

-Ya te mencioné... no pretendas que te importo y déjame seguir en mis asuntos-

-No es que me importas, es sentido común DaeHyun-

Mi entrecejo se frunció, por más que ahora quería hacerle la vida imposible, verlo así me horrorizaba bastante al menos por mi propio ser.

-Pierde tu sentido común conmigo... haz de cuenta que no existo-

Respondió aquello como si él tuviera reencor al mundo.

Me intrigaban sus razones de ser tan malo consigo mismo.

-No sin antes ayudarte a desinfectar eso... si lo hago, dormiré y ya no te molestaré... y si no me dejas le diré al profesor lo que estás haciendo mientras duermo- lo miré sin bromear.

Supe que en vez de aceptar él hubiera preferido cortar mis muñecas pero para no ser expulsado sin más asintió; su rostro mostraba su enojo.

Narra DaeHyun.

Grandioso, ahora este enano de la nada venía a arruinar mi único momento a gusto en mi día.

Pero pensándolo dos veces; si el me desinfectaba me iba a arder, si me ardía me iba a doler.

Y si dolía me iba a gustar.

Asentí a que me desinfectara y él se puso de pie a ir por un botiquín como si le diera apuros de ello, yo solo suspiré levantándome a ir a sentarme a la cama de él en uno de los bordes, él volvió con el botiquín y acomodó sus lentes.

Yo solo lo miré en silencio.

-Quizás arda un poco-

Me advirtió lo que era obvio, no dije nada, siquiera asentí y solo lo miré inexpresivo por completo, se pudo oír como el contrario tragó grueso, quizás yo le daba miedo pero atemorizarlo era un sentimiento que me encantaba.

Él pasó el algodón con algo de alcohol y desinfectante por mis heridas recién hechas y el sentimiento era como si me quemara el ser completo; pero solo mostré una ligera y apenas notable sonrisa de gusto ante aquel dolor.

-¿Por qué te haces esto?- dijo él con un tono como si le diera tristeza saber que es lo que hago con mi cuerpo.

-No es de tu incumbencia- respondí sin más a eso, con simplicidad como si tratara de algo tan común.

-Si no es de mi incumbencia... entonces... ¿por qué no le cuentas tus problemas a alguien que creas que le incumbe? Ya que piensas que a mi no... no está bien lastimarse así- dijo él mientras me libraba de cualquier rastro de sangre.

-Porque a nadie le incumbe... y mejor que no sigas insistiendo- arqueé leve mi ceja cuando me miró como si mis palabras le dolieran.

Como si enterarse de que me autolastimo le doliera.

Pero a mi no me dolía; y si a mi no me dolía entonces no me interesaba a quien más le doliera.

-¿Siempre eres así?- murmuró él bajando la mirada en pena.

Era como si la forma de mis tratos le fueran algo hirientes; ese era mi objetivo.

-¿Me ves capaz de ser de otra forma acaso?- era una pregunta retórica, el contrario suspiró ante ello y no dijo nada más.

La noche siguió su curso, cuando el terminó me vendó la muñeca y se fue a dormir, yo sin más también fui a dormir a mi cama.

No se oyó ni una sola palabra más.

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A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora