Capítulo 21

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Era martes y me encontraba conduciendo a la oficina, no me quería encontrar a Sam ni a nadie que me hiciera un comentario sobre la boda, aunque creo que ya todos se habrán enterado.

Era tan cobarde para asumir la verdad, para asumir mi responsabilidad, pensaba a diario lo que las personas hablaban de mí.

Al subir al ascensor, había como cinco personas y dentro de ellas se encontraba Sam, lo mire, pero él simplemente me ignoro, y sabía que él me había visto. Lo vi tan desbastado y eso me dolió más que nada.

Cuando el ascensor se detuvo en el piso siguiente, él se bajó junto con dos personas más, y ese no era su piso. Aguante mis lágrimas, no lloraría aquí. Sentí tanto dolor por él, por lo que le hice.

Al llegar a mi piso solo hay unas pocas personas lo cual agradezco, algunos levantan su cabeza de la pantalla y me ofrecen un saludo, como si todo estuviera normal, como si nadie supiera aún.

Necesito una taza de café, y antes de ir a la oficina voy por ella.

—Oye... ¿Cómo están los preparativos de la boda? —Distinguí la voz de Rita a mis espaldas.

—No quiero hablar de eso, es este momento Rita, discúlpame. —Lo digo lo más amable posible que puedo. Dejo a una Rita un poco desconcertada.

Voy a mi oficina y empiezo a recoger mis cosas, no podía seguir con este trabajo, en el mismo que se encuentra Sam.

Redacto mi carta de renuncia.

Voy a la oficina del señor Michael y me hace esperar a que termine su llamada.

—Debes estar apurada con los detalles de tu boda, que no te presentaste a trabajar ayer. —Lo dice con notable sarcasmo en su voz.

No respondo, no sé si fue un comentario o una pregunta.

Le coloco el papel en su escritorio y él lee aquellas letras negritas.

—¿Por qué?

—Necesito tomarme un tiempo y saber lo que quiero en realidad. —Eso sonó mas para mi vida personal que mi vida laboral.

Él niega con la cabeza. —Es una pena... Sam me acaba de anunciar que también entrego su carta de renuncia. ¿Pasa algo entre ustedes?

No sabía que Sam había presentado también su renuncia y yo no podía permitir eso.

—¿Segura que quieres hacer esto?

Asiento, cruzo con el unas pocas palabras más y me despido.

Subo al piso de Sam y entro a su oficina sin tocar, lo encuentro recogiendo sus cosas. Sé que el dejo claro que no me quería ver, pero no me importaba, no permitiría que renuncia a este trabajo por mi culpa.

—No lo hagas... —Veo a Sam mirando la ciudad a través de su gran ventana.

Al escuchar mi voz el voltea hacia mí, con el ceño fruncido. —¿Qué haces aquí? Creí que deje claro que no te quiero en el mismo lugar donde estoy yo.

—Sam, no renuncies, tu amas este trabajo y te costó llegar a donde estas. Por favor... yo soy la que se va de aquí, ya presente mi renuncia, tú no tienes que hacerlo.

—Sal de aquí por favor Brooke, solo... vete.

—Sam...

—Vete, de una puta vez. —él me grita tan furioso, pero más que furia habían dolor en sus palabras.

Salgo de su oficina y termino de recoger mis cosas. Las cosas para mí no podían ir peor.

——

Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora