Die, Die My Darling | Larry Stylinson | One Shot

- Muere, muere cariño – Dijo clavando el cuchillo profundamente en su pecho.

- ¡Harry! – Un grito desgarrador surgió de su garganta.

¿Cómo había llegado a esto?

Atravesar el pequeño y frágil cuerpo del amor de su vida.

Sólo había una respuesta. Traición.

''Me casare con Eleanor''

Louis lo había traicionado.

''Pronto estaremos juntos Harry''

''¿Lo prometes?''

''Lo prometo''

Mentira.

Una razón más para clavar el cuchillo nuevamente en su pecho con mucha más profundidad.

- H-Harry...p-por favor – Dijo en un hilo de voz.

 - No digas ni una palabra – Subió una de sus manos hacia los labios de Louis y los acarició con la yema de sus dedos – Simplemente cierra tu preciosa boquita.

Clavó el cuchillo nuevamente en el pecho del castaño, ocasionando que este se retorciera de dolor. Sonrió. 

Así era como le gustaba ver a Louis, tan frágil, tan indefenso, completamente a su merced.

Sacó el cuchillo de su pecho bañado en sangre, en la dulce sangre de su amado Louis.

Lo miró, tendido en el suelo, con tres apuñaladas en su pecho, sus ojos, sus hermosos ojos azules, siempre brillantes, se estaban apagando, sus rosados labios ahora morados y su piel bronceada, pálida y fría.

- No me llores cariño – Dijo limpiando con sus dedos las lágrimas que descendían por sus mejillas.

- ¿P-por qué? – Preguntó con las pocas fuerzas que aún tenía.

- Tu futuro es una caja rectangular – Dijo para sí mismo mirando hacia la nada – Debería haberlo visto venir – Sonrió amargamente – No sabía que estaba en tu poder.

Harry, sin saberlo, se había convertido en la marioneta de Louis, solo vivía por él y para él.

El dulce amor que sentía hacia el castaño se había convertido en una cruda y enfermiza obsesión.

''Lo mejor será separarnos''

Aquellas palabras retumbaron en su cabeza.

Ese fue el punto culminante dentro de él.

Louis no podía dejarlo, no podía, él era suyo, suyo y de nadie más.

Louis sólo podía ser de él.

Louis sólo podía ser feliz con él.

Louis sólo podía amarlo a él.

Cerró sus ojos fuertemente y clavó el cuchillo nuevamente en el pecho de Louis.

- ¡Ahhh! – Gritó de dolor.

Bocanadas de sangre surgían de su boca, manchando su cuerpo y formando un gran charco a su alrededor.  

Harry abrió sus ojos y sonrió tiernamente.

- Chico sin futuro para un chico sin futuro, somos la pareja perfecta – Se inclinó hacia Louis y besó levemente sus labios, manchando los suyos con sangre – Ahora tu vida se derrama por el suelo.

- Y-yo te...amo Harry...¿P-por qué haces...esto? – Sollozó, sintiendo como sus parpados pesaban.

- ¿Me amas?, ¿Realmente me amas Louis? – Lo tomó desesperadamente del rostro y lo miró fijamente a los ojos.

- Si...t-te amo...Hazz – Harry sonrió ampliamente, esa sonrisa que sólo Louis causaba en él.

 - Yo también te amo Louis – Besó sus labios, sus fríos y morados labios mientras acariciaba sus frías mejillas – Es por eso que hago esto, porque te amo  – Tomó nuevamente el cuchillo y esta vez lo presiono contra el cuello de Louis.

- Harry...

- Cierra tus ojos, tus preciosos ojos azules, ciérralos y nunca los vuelvas a abrir – Dijo besando gentilmente su parpados.

- N-no lo hagas...yo t-te amo...e-estaremos juntos, lo p-prometo – Sollozó desesperadamente.

- No me llores cariño, claro que estaremos juntos – Presiono el cuchillo cortando levemente su cuello – Yo me encargare de eso – Sonrió.

- H-Harry... – Louis abrió sus ojos y observo la sonrisa de Harry, esa sonrisa tan tierna, tan pura, tan hermosa, se había convertido en la sonrisa de un psicópata.

¿Dónde había quedado su dulce Harry? Aquel chico tierno y encantador.

''Lo siento Harry''

''Tú no puedes dejarme Louis, no puedes, yo te necesito'' 

Su corazón se estrujó al recordar el rojo y lloroso rostro de Harry, suplicando que no lo dejara.

Él no quería hacerlo, claro que no, él lo amaba más que a nadie en el mundo, pero esa era la única opción que tenía, estaba obligado a hacerlo y fue un idiota por dejarse manipular por aquellas malditas personas.    

Había destruido a Harry, y ahora, estaba pagando por ello.

- Te amo Louis – El filo del cuchillo se deslizó profundamente sobre el cuello de Louis, robando lo poco que quedaba de su vida.

- P-perdóname...H-Harry... – Susurró, antes de cerrar sus ojos para siempre.

Harry se levantó del suelo, observó detenidamente el inerte cuerpo de Louis, las lágrimas descendieron por sus mejillas, su ropa estaba bañada en sangre y sus manos temblorosas soltaron aquella arma con la cual había robado la vida de su amado.

Giró sobre sus talones y caminó algunos pasos por entre ese pequeño cuarto hasta llegar a una silla, subió a ella y adentró su cabeza en el nudo de aquella cuerda que colgaba del techo.

Todo estaba planeado.

Traer a Louis a ese lugar, hacerle saber que lo amaba, clavar el cuchillo en su pecho, matarlo para que no tuviera que cometer semejante estupidez de casarse y después, él también moriría.

La idea pareció perfecta dentro de su cabeza, si ellos no podían estar juntos en esta vida, lo estarían en la siguiente.

Miró por última vez el frágil cuerpo de Louis tendido en el suelo sobre aquel gran charco de sangre y sonrió.

- Te veré de nuevo Louis, te veré en el infierno.

Saltó de aquella silla, ocasionando que la cuerda se amarrara  fuertemente alrededor de su cuello.

Estaba tranquilo, no luchaba por zafarse, sabía que al final de aquel dolor le esperaba la felicidad.

El infierno no sonaba tan mal, para él sería igual que estar en el cielo, porque Louis estaría con él.

Su mirada se oscureció y un gemido de dolor salió de sus labios.

Sonrió ampliamente.

Por fin estarían juntos, por fin el miedo se iría, por fin podrían amarse.

Y así sería, por siempre.