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– Oh, hola –Dije cuando los vi fuera de mi salón. Hacía una hora que me había despedido de ellos ya que tenía clase, pero estaban aquí.

– ¿Nos vamos? –Pregunto Michael. Asentí confundida.

– ¿Me esperaron a que saliera? –Pregunte mientras acomodaba mi mochila. Ellos asintieron.

– ¿Quieres que te llevemos? –Ashton preguntó mientras caminabamos hacía la salida.

– No sé si alguien esté en mi casa –Dije revisando mi celular. Y acerté. Mis padres ni mi hermano estaban en casa, y no tenía un juego de llaves.

– Puedes ir a la casa de Michael. Vamos a ir ahí, ¿Te nos unes? –Pregunto Calum pasando su mano por mi hombro. Asentí. Me sentía rara, llevaba horas de conocerlos. Tal vez eran unos psicópatas.

Al salir vi a su carro. Un carro probablemente de sus padres, viejo, una completa chatarra. Pero ellos sonreían orgullosos. Calum alzó sus cejas repetidamente.

– Se llama Friday –Dijo mientras lo presumía.

– Es una chatarra, pero es nuestra chatarra –Añadio Michael abriendo la puerta del copiloto–, ¿Quieres ir adelante?

Negué y me metí en los asientos traseros en medio de Luke y Calum. Al parecer el mayor era Ashton, porque tenía licencia de conducir.

En el camino fuimos hablando de algunas canciones y bandas, ellos tenían buenos gustos, casi iguales a los míos. Pero la mitad de mis gustos era rock y la otra mitad pop o alternativo.

– Llegamos –Michael aviso. Me miró a través de retrovisor y me sonrió. Bajamos del auto y caminamos a su casa. Era una casa como las demás, es lo único que tengo que decir. Al rededor las demás casas parecían un tanto iguales.

Abrió la puerta principal y todos entramos. Era muy bonita. Había fotos en las paredes de Michael y de otros miembro que no conocía.

– Mis padres nunca están en casa, es toda nuestra –Dijo mientras caminaba a la sala y prendía la tv.

– ¿Sabes jugar FIFA? –Pregunto Calum mientras se sentaba en el sofá.

Asentí y sonreí. Era la mejor jugando FIFA. Tener hermanos era una gran ventaja en saber jugar.

– Apostemos –Dije sonriendo.

– Está bien, te invitamos a comer si ganas. Si pierdes tu nos invitas –Dijo Calum y reí.

– Acepto –Sonreí estrechando su mano.

Ellos eligieron a su jugador, Calum. Según ellos nadie podía contra él. Era el mejor de ellos 4.

Comenzamos a jugar y juro que casi me gana.

Me puse un poco nostálgica. Ellos me hacían sentir muy en casa. Mis amigos en UK eran los mejores del mundo, y me dolió mucho dejarlos. Me había enojado con mis papás, pero no por mi iban a cancelar sus planes.
Así que acepté. Y estaba muy feliz porque era el primer día en el colegio y ya conocía a unos chicos muy lindos.
Hacía mucho tiempo que no me reía como loca.

Le termine ganando a Calum. Y quedamos en ir a wolfies el viernes, y era genial porque la comida que vendían era muy rica.

– ¿Donde aprendiste a jugar? –Pregunto Calum con los ojos abiertos y con una sonrisa/puchero en el rostro.

– Tengo un hermano –Resumí todo.

Seguimos jugando un gran rato, hasta que mi celular vibró y me tenía que ir. Michael me llevó a mi casa, en el camino hablamos de conciertos y de lo mucho que le gustaban. Al terminar me despedí de él y entré a mi casa.

Losers Club «5sos»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora