Capítulo veinte

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El profe salió de la sala y nos llamó, así que tuvimos que entrar, nos sentamos en nuestros puestos y nos pusimos a hablar -de nuevo.

-Weona, por qué le preguntaste si podía ir el Ethan? Sí va, te va a paquear caleta, vo tení que salir y carretear.

-Si sé weona, además, el Felipe sigue allá y ahí si va a quedar la cagá, si se topan los dos en un carrete.

-Sipo hermana, o si queri, te puedo hacer la segunda po... con el Ethan.

-La hariai?

-Sipo mi waxa.

-No sé hermana, tengo miedo...

-Tranqui hermana, sabí que nuestros planes siempre funcionan.

×××

Habían tocado pal recreo y me acordé que iba a salir con el Ethan pero no me ha pasado a buscar, así que estoy conversando con la Britany en la baranda, la Naya se suponía que no iba a venir pero la cachamos a fuera de la sala del 4°B hablando con el Grayson.

Y si weón, el poleron estaba entero feo, pa qué andar con weás.

-Me apañai a comprar? -le pregunté a la Bri pero justo me agarró un weón de atrás. Me giré y era el Ethan, -nooo wei-.

-Se me había olvidado decirte que andaba tú amiga en mi casa, una rubia -la Naya -.

-Si caché... ¿Acompañame a comprar?

- ¿Si me dai la manito? -dijo como con voz de guagua y mirándome así con cara de perrito.

-Que weai Ethan -me reí y se la agarré.

-sonó súper feo-.

Bajamos al negocio qué está cerca de la escalera porque en el otro no hay casi ni una weá, y me compré un coyac.

Desde que colocaron esa ley de los sellos, me cagaron la vida y el desayuno, antes venía así y me compraba no sé, unas papas, una bebida fruna y unas galletas, y ahora con cuea un pan de ave mayo que parece hecho por la JUNAEB que cuesta 800.

-No querí un coyac?

-Qué son los coyac? -me estai weando.

-Son estas weás -se lo mostré. -Lo chupai por harto rato pa sacarle el sabor, y viene con chicle adentro.

Él weón se río nomas y levantó las cejas.

-Soy mal pensado -me reí igual.

-Pa qué po, si igual te conozco -me dijo. Puta si, tenía razón el cabro.

-Ya oh, pero es que como no sabi que son los coyac po -saqué 100 y me devolví. -Tía me da otro coyac -esperé a que me lo diera, caminé hacia el Ethan y se lo pasé.

Fuimos a la galería y nos sentamos, estuvimos un buen rato ahí hablando, hasta que el weón como que se tiró pa atrás y yo me acosté en su pecho -así como en las películas- y decidí tirar el tema de Zapallar.

-Oe Eth -sonaba más bonito así- ¿Te puedo decir Eth? Suena más lindo...

-Ningún problema -se rió y movió mi pelo.

La típica mina piolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora