Historias de a dos...

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                                                                           CAPÍTULO 1

      Y entonces, el príncipe, de ojos y cabello castaño, me llevó en su corcel blanco hasta el castillo. No podía reer lo que veía. Una vez que llegamos a la puerta el príncipe dijo un par de palabras a los guardias y enseguida abrieron. Las puertas eran gigantes, de medera de cedro y cada tornillo era de oro puro.

Ya adentro, el príncipe me baó de su caballo y me dijo:

- Co cocorocó!!

-¿Qué?- le respondí

-CO! Co, corocó!

Y de repente abrií los ojos enojada. 

Casi todas las noches tengo sueños raros, y el gallo me despierta en el mejor momento.

Cada día, al despertar, simplemente miraba el techo. Contemplaba cada minúscula mancha que hubiera prometiendome que algún día las arreglaría, Suciedad, fuga de agua, pintura descascarada, y todo lo no

Suciedad, fuga de agua, pintura descascarada, y todo lo normal en un techo de ladrillos creados por las manos de mi bisabuelo hace ya unos 100 años. ¿Quién hubiera pensado, que solo dos hombres construyeran y pintaran toda una casa como un poryecto de padre e hijo? Cada ladrillo hecho con arcilla, arena y paja, luego de secarse al sol, obtenía la firmeza que buscaban, pero tardaba mucho tiempo, y es por eso que mi bisabuelo murió antes de que la casa fuera rebocada y pintada.

Mi abuelo terminó la casa en su honor.

    Claro que para arreglar los pequeños problemas, iba a tardar mucho tiempo, ya que ni la pintura ni los ladrillos se hacen solos. y, siguiendo con la tradición, debía hacerlos a mano, pero ¿Qué tal si llovía?¿Y si el sol no lograba hacer que se secaran?¿Y si por fuera estaban duros por por dentro no se secaban?¿Y qué si no salía la mezcla? ¿Qué pasaría, si al intentar arreglar algo, en realidad lo rompía? Y hubiera seguido así, de no ser que el gallo cantó por segunda vez, y me recordó que tenía que levantarme.

Entonces cerré mis ojos, y me dispuse a comenzar mi día con la mejor sonrisa que tenga, y mantenerla hasta que vuelva a cerrar mis ojos por la noche, al igual que todas las mañanas.

Lusgo me levanté, me cambié y salí a la cocina. Me preparé lo que para mi era un gran desayuno y, una vez que esaba lista, salí camino al castillo.

Como en mi casa no hay reloj, siguiendo las tradiciones de "Todo natural" pasaba por el camino que me llevaba a la plaza central, en ella había un reloj de sol. Fue terrible mi cara cuando descubrí que iba a llegar tarde. Me apresuré al máximo y por suerte llegué cinco minutos antes. ¡estaba tan aliviada1 Me vestí con mi vestimenta de trabajo y fuí hasta la cocina. 

LUEGO LO SIGO (SE PONE MÁS INTERESANTE)

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⏰ Última actualización: May 14, 2014 ⏰

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