「 1963 」 ⇾HopeV

12: un simple juego.

Pov Taehyung

No paraba de lamer mis labios mientras esperaba no sé qué. Hoseok se encontraba sentado frente a mi, ambos en posición de indio, él me veía en espera de que sólo hiciéramos lo que su amigo nos había retado a hacer.

No tenía que ser tan incómodo, después de todo sólo sería un insignificante beso, que nos daríamos, no porque nos gustemos, sino por un simple juego.

Hoseok se acercó a mi, y me miró de la misma forma en la que me veía cada vez que iba a curar una de mis heridas: "esperando mi aprobación" y tras obtenerla, me sonrió, y yo le sonreí.

De repente me sentí tranquilo, a pesar de que estaba apunto de cometer una locura que solo me haría sentir más y más confundido.

Tenía a mi amigo a centímetros de mi cara, como tantas veces lo tuve antes, y nos veíamos de esa forma, en la que podía ver la misma confusión en los ojos de Hoseok.

Ahora estábamos aun más cerca, tanto que nuestras narices se rosaban, y podía, más que sólo escuchar, sentir su irregular respiración.

Nuestras frentes estaban juntas de igual forma, por alguna razón no quería cerrar mis ojos, sentía que si lo hacía haría que significara demasiado cuando no debía significar nada.

Ambos lo estábamos anticipando, ninguno de los dos hacia nada para cortar con aquella distancia, en vez de acabar rápido con ello, lo estábamos haciendo durar.

Y no fue hasta que Yoongi, aquel chico callado y dormilón, nos hizo a ambos acabar con ella al tomarnos a ambos por la nuca y hacer que nuestros labios por fin se encontraran.

Ni siquiera podría tratar de describir aquello, el momento en el que sus labios chocaron contra los mios fue corto. Sí, pero no podia parar de recordarlo cada segundo en el que cerraba mis ojos, se repetía una y otra vez de forma consecutiva, los labios de Hoseok encajaron a la perfección con los mios en aquel momento, se sintieron suaves, y pude sentir un ligero dulce sabor a refresco de uvas en ellos, eran húmedos, e igualmente frios. Y al separarse de los mios, dejaron un pequeño chasquido, que provocó cosquillas en ellos.

Mi corazón no paraba de golpear fuerte en mi pecho por la chocante emoción y mi cuerpo completo se estremeció en aquel momento.

Fue tan fortuito, que en aquel pequeño lapso en el que cerré los ojos por la sorpresa, desee inconcientemente volver a repetirlo. Por lo menos para sentirlo una vez mas.

Aquella noche de otoño de diciembre de 1960, en la casa de SeokJin hyung, fue la primera vez que senti los labios de alguien más sobre los mios. Y aunque no quiera llamarlo asi porque fue con alguien para el que no significó nada, aquel fue mi primer beso.

(...)

Aquella noche mientras ibamos camino a casa, Hoseok y yo no dijimos una palabra, sólo caminamos uno al lado del otro en silencio por las oscuras calles, por suerte en aquella época, podías andar donde sea sin importar la hora.

Las luces de las lámparas eran lo único que adornaban castamente la oscuridad, a causa del frio había algo de neblina, haciendo que el ambiente se viera algo tenebroso. Y no era la primera vez que andábamos a tal hora, ni en tales condiciones, sólo que las demás veces, no había tanto silencio, ni tanta lejanía entre nosotros.

Normalmente Hoseok pasaba su brazo por mis hombros porque le gustaba abrazarme o, tal vez lo hacia para molestarme, pero de igual forma me gustaba. Hablaba mucho todo el camino, y a veces quería que se callara por un rato, pero ahora quería que hablara, por lo menos para que no fuera tan incómodo de repente.

Quería hablarlo con él, y decirle que estaba bien, que para mi tampoco había significado nada, aunque muy en el fondo, sabía que si había sido significante... y mucho.

Pero ninguno de los dos dijo nada al otro esa noche.

.

No paraba de sentir ese cosquilleo en mis labios, y de repetir ese momento una y otra vez en mi mente cada vez que los tocaba con los ojos cerrados.

Esa noche no dormi, me sentía confundido y estresado porque las cosas con Hoseok nunca eran así, y sabía que tal vez si ese beso no hubiese pasado esa noche, las cosas entre nosotros se hubiesen puesto tan raras.

De cierta forma me sentía culpable, aquel beso no debía haber significado nada, porque así era, aunque tratara de ocultarselo a Hoseok, me había gustado... y mucho. Pensaba que tal vez había sido porque fue el primero y nada más, trataba de repetirme eso siempre.

Y supongo que quise convencerme tanto de ello, que termine por pensar de mas, pero estaba bien, por lo menos pensaba en cosas que me hacían sentir bien de una forma u otra, en vez de pensar en el hecho que no vería a mi padre este año, lo que obviamente me entristecia.

No obstante, no quería que ahora fuera así de raro entre nosotros, y por ello trataba de restarle la importancia que tenía.

Hoseok y yo no hablamos del beso esa noche. Ni al día siguiente, ni el día después de ese, ni la semana que vino luego, supongo que ambos tratamos de solo ignorarlo y seguir con nuestra amistad. Principalmente él lo hizo, y así de rápido y común, acabo el año de 1960 para nosotros.