Durmiendo en salón de clases

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—Jae Bum—Gemía Junior mientras lo penetraba una y otra vez sin parar, le estaba gustando tanto que le asustaba.

—Se siente tan bien estar dentro ti —Susurró en su oído para después morder su lóbulo.

Las embestidas no cesaban y cada vez estaba más cerca del orgasmo, las manos del más alto comenzaron a masajear las nalgas de su compañero de una manera excitante y sexy, no tardó en apretar los suficientemente fuerte para que así Jinyoung llegara a su límite en un fuerte orgasmo.

—¡Jinyoung! ¡Despierte! —Le gritaba Im Jae Bum justo antes de correrse pero con... ¿Diferente voz? Un momento...

—¡Jinyoung, por favor! —El pelinegro se levantó de un golpe y se halló en el salón de clases, se había quedado dormido mientras su maestro hablaba.

—Lo lamento, profesor —Soltó de una manera sumisa y comenzó a sentir un dolor fuerte en su entrepierna.

—Que no vuelva a pasar, la próxima vez lo saco del aula —Advirtió

A medida que el profesor se alejaba Junior rozó su entrepierna con la mano sintiendo una oleada de placer, cerró sus ojos y volvió a tocar esta vez más fuerte; no podía ser... . ¡Había tenido una erección soñando con el estúpido de Im Jae Bum! Y dolía tanto, pero no iba a masturbarse, eso no, bien podría pedir permiso para usar los sanitarios y liberarse, sin embargo, se había prometido que jamás volvería a acostarse con un chico y mucho menos se pajearía pensando en uno, no cometería el error de nuevo.

La clase pasó lenta para Jinyoung ya que el pene le dolía tanto, para su suerte a medida que se concentraba en el tema olvidaba la excitación, de este modo su dolor fue desapareciendo llevándose con él la erección.

Sintió una mirada sobre sí, sabía quién lo miraba, tragó saliva y tuvo el valor para girar su cabeza, este le sonrió causando en él un escalofrío que le recorrió la columna entera y no, por supuesto que no iba a devolverle la sonrisa, en su lugar lo que hizo fue tomar sus cosas y salir de clases sin brindarle una explicación al profesor 

tal vez después tendría problemas pero qué importaba, en ese momento estaba siendo cobarde por una importante e incómoda causa, y es que aún no estaba preparado para actuar como si nada hubiera pasado, su nueva estrategia era estar lo más alejado posible de Im Jae Bum, lo cual iba a ser algo complicado dado el hecho de que estaban en las mismas aulas, y era tutor de Im Jae Bum en todas la materias por lo que todas las tardes de lunes a viernes el más alto se aparecía en casa de Jinyoung.

Por su parte Im Jae Bum no supo cómo reaccionar ante la salida improvisada del más bajo porque —Junior quisiera o no— pensaba repetir lo de la noche anterior, lo haría suyo de nuevo, aprovecharía cualquier oportunidad para que el de ojos negros cediera ante sus encantos, estaba decidido, no pensaba ir a su casa esa tarde a estudiar o quizá sí, pero lo que estudiaría sería el magnífico cuerpo del pelinegro.

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No me gustan los hombres,Solo me gustas tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora