La marcha nupcial comenzó a sonar. Todos en la iglesia se pusieron de pie. Mis ojos se llenaron de lágrimas, no quería que lo hicieran puesto que mi maquillaje se iba a correr, sin embargo fue inevitable. Estaba emocionada, habían pasado tantas cosas estos últimos años que era imposible no emocionarse hasta las lágrimas.
Se veía tan linda en aquel vestido blanco, parecía una princesita, aunque bueno ella era una princesa, mi princesa. Mi bella Isidora, nunca pensé que llegaría este momento. El momento en que mi hija mayor se casara. Tenía muchos sentimientos encontrados, ella era mi niñita pequeña, con ella pasé tantas cosas, teníamos una conexión especial. Estaba triste porque se iba a ir de mi lado, pero a la vez estaba feliz porque sabía que se iba a casar con un hombre que la amaba mucho. Al principio me opuse porque no quería que mi hija pasara lo mismo que yo al intentar tener algo con un futbolista, pero finalmente lo acepté porque el José Ignacio no era el Ángelo y la Isidora no era yo... la historia no se iba a repetir...
La Isi se veía radiante, feliz, caminando junto a sus dos padres hacia al altar, así me gustaría verla siempre, aunque igual encontraba que era muy joven para casarse, solo tenía veintitrés años, recién había terminado su carrera de medicina veterinaria. Pero estaba locamente enamorada de José Ignacio y estaba segura que estaban hechos el uno para el otro, y quizás era así, desde pequeños que fueron grandes amigos, los mejores amigos, hasta que cuando crecieron pasó lo inevitable, se enamoraron... Lo único malo de todo esto es que él juega en Inglaterra por lo que después de esto mi niña se va a ir de mi lado y no la veré en un tiempo, será difícil...
La Isi llegó al altar donde sus padres la entregaron a su futuro marido. El Ángelo caminó hacia donde mí y se paró a mi lado, me dio un beso en la frente, luego posó su mano en mi espalda baja. A mi otro lado se sentó Kristian quién me sonrió, sus ojos estaban brillosos, estaba igual de emocionado que yo. Le agarró la mano a la pelirroja, a Mariana, no me gustaba mucho ella, tuvimos varios problemas ya que a ella no le gustaba que Kristian siguiera siendo como un padre para la Isi ya que no era su papá biológico, pero eso ya está superado, ella lo aceptó y todos quedamos en paz, no somos las mejores amigas, pero ahora somos cordiales la una con la otra...
Se dio inicio a la ceremonia de matrimonio, por lo que el sacerdote nos pidió que nos sentáramos. El Ángelo tomó mi mano entre las suyas y comenzó a jugar con mi anillo, mi alianza de matrimonio.
― ¿Te acuerdas de cuando nos casamos?―preguntó en un susurro mientras el sacerdote hablaba. Sonreí. Lo recordaba como si hubiese sido ayer...
Había sido uno de los días más felices de mi vida, pero también el día más estresante de todos y todo por culpa del bendito chancho que en paz descanse, ese chancho salió a pasear con la Isi y el Santi y se revolcó en el barro, cuando nadie lo miraba se fue a revolcar encima de mi vestido de novia, que obviamente quedó todo embarrado , tuve una gran "Fashion emergency" ese día, tuve que conseguirme un vestido completamente nuevo el mismo día de mi matrimonio, fue bastante difícil encontrar uno, pero gracias al Santi y la Paz finalmente lo hice, encontré un vestido que era mucho más soñado que el que el chancho había ensuciado... Obviamente salí tarde a la iglesia por todo lo del vestido, y lo peor de todo es que después había un taco infernal, así que llegué más de dos horas tarde, tuve al Ángelo casi con un ataque, pensó que me había arrepentido de casarme con él... Sonreí ahora que lo pienso fue bastante chistoso. Aunque en el momento no lo fue...
―Fue bastante chistoso y accidentado―dije―pero toda nuestra relación ha sido así, desde el día en que nos conocimos―fue hace tanto tiempo cuando nos conocimos, cuando el Ángelo me mojó con aquella manguera, pero a pesar de haber pasado tanto tiempo lo recuerdo como si hubiese sido ayer...
―No fue chistoso, casi me matas de un ataque―dijo el Ángelo. Sonreí. Sí, y eso era lo que lo hacía más chistoso―más encima el Edu me decía que me ibas a dejar plantado y se burlaba de mí―quería reírme. El Edu terminó con un ojo morado, porque el Ángelo le pegó debido al estrés que tenía. Pobre Edu. Miré al Edu, estaba sentado unas filas más atrás estaba junto a los tres chiflados, esos tres siguen igual de inseparables e imbéciles, pero los quiero así...
―Lo bueno es que eso no pasó... y ya llevamos casi veinte años casados...
―Sí y espero que para la Isi sea igual, que dure mucho con ese pendejo feo...―dijo entre dientes. El Ángelo con el pasar de los años se volvió un papá muy sobreprotector, de alguna manera me gustaba, pero de otra no, porque yo viví la sobreprotección de mis hermanos y mi papás y no era bacán.
―Sh cállense, dejen de hablar y escuchen―nos dijo Kristian. Puse cara de inocente. Se sentía como volver los años atrás a cuando era mi profesor y era mi jefe en Juan Pinto Durán y siempre me regañaba... a mí y bueno también al Ángelo. Las cosas no han cambiado mucho desde ese entonces, Kristian sigue siendo la voz de la razón, el hombre de la disciplina, muchas veces peleó con el Ángelo por eso mismo, porque Kristian quería ponerle reglas a la Isi, en cambio el Ángelo era más relajado y más loco... Para los dos fue difícil tener que compartir la responsabilidad de ser papá de la Isi, pero finalmente lo hicieron muy bien.
―Perdón―dije. Y guardé silencio. Lo mejor de todo esto es que nunca perdí mi relación de amistad con Kristian, éramos excelentes amigos y aunque lo nieguen y digan que se odian, sé que igual es un muy buen amigo del Ángelo. Yo creo que esa amistad comenzó a crecer cuando falleció el Tommy, el hermano de Kristian, el Ángelo y yo estuvimos ahí para él... Me dolió mucho cuando falleció yo quería mucho al Tommy y sé que la Isi igual... Ahora la debe estar cuidando desde el cielo...
― ¿José Ignacio Sánchez Walker aceptas a Isidora Ignacia Krausse-Henríquez Montés como tu legítima esposa, amarla y respetarla, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe?―preguntó el sacerdote―.José Ignacio miró a la Isi, sus ojos brillaban de amor, ese cabro quería caleta a mi hija, y ella a él.
―Sí, acepto.
― ¿Isidora Ignacia Krausse-Henríquez Montés aceptas a José Ignacio Sánchez Walker como tu legítimo esposo, amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe?
―Sí, acepto―respondió mi hija con una gran sonrisa.
Una lágrima se deslizó por mi mejilla, era muy feliz por ella. Pero no era la única que estaba llorando, el Ángelo y el Kristian igual lo estaba haciendo, al igual que mi dramático amigo Santiago que estaba ahí abrazado a su novio Matías. Mi hijo que ya tenía trece años, Sergio Alfredo nombrado así por sus dos abuelos, tenía una sonrisa en su rostro y miraba orgulloso a su hermana. Mi amiga Paz, la madrina de la Isi miraba todo con los ojos llorosos, pero no soltó una lágrima, porque ella no lloraba. Todos éramos felices por mi pequeña Isidora.
Era tan feliz, y lo que más me hacía feliz era ver a mi hija tan radiante y bueno también estar con este hombre loco que me amaba tanto, lo mejor que pude hacer hace veinte años atrás fue perdonarlo, sin él mi vida nunca habría sido igual. Por cuatro años, yo le guardé tanto rencor por romperme el corazón, pero finalmente el amor pudo más que el rencor, finalmente el amor triunfó y gracias a eso soy una mujer feliz, la mujer más feliz del mundo, la vida me dio todo, un esposo y dos hijos maravillosos y amigos que siempre estuvieron ahí para mí y personas que ni siquiera eran amigos al principio, pero que finalmente se convirtieron en grandes amigos para mí como Kristian... Sin todas estas personas no podría ser la mujer que soy ahora y no podría ser tan feliz como soy.
El Ángelo apretó mi mano. Le sonreí. Ya estamos prácticamente en la mitad de nuestra vida, y sé que lo que nos quede lo vamos a vivir juntos porque me ama y sé que él nunca más romperá mi corazón...
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Hola! Este el final definitivo, espero que les haya gustado :'(
Gracias totales por seguir esta novela que duró tanto tiempo, casi dos años me demoré en escribirla, pero finalmente terminó, ahora siento un vacío en mi corazón. Me gustaba caleta esta historia :(
Las quiero muchooooooo
Fran :)
Pd: por si no lo sabían esta novela está inspirada en la canción de la multimedia 👆🏻
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Sorry for Breaking your Heart || Ángelo Henríquez #YBWM2
FanfictionDebí haber llamado mil veces para decirte perdón por todo lo que hice... Debí haber tratado de decirte perdón por romper tu corazón... Segunda temporada de You Belong With Me. Saga futbolistas de la Roja #2.5 Todas mis novelas están conectada...