Cielo ❀ ChanBaek

❀ el cielo en tu mirada

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Cuando BaekHyun se ve al espejo aquella tarde, se da cuenta de que todo lo que tenía en realidad no era lo que había estado esperando. Lo que había buscado.

Desde que salió de la universidad y se consolidó como un buen Chef en un restaurante que si bien no era el mejor, era demasiado bueno. BaekHyun siempre se había caracterizado por hacer su trabajo bien, por ser muy alegre y siempre amenizar el ambiente laboral con su equipo de trabajo.

Desde que obtuvo su título había sentido que su vida iba a cambiar desde ese momento, porque lo cierto era que sus sueños eran tan grandes que quizá le tocaría hacer mucho más esfuerzo que el simple hecho de levantar sus manos para tocar el cielo.

No; BaekHyun ni siquiera conocía el cielo cuando recién se graduó. Había viajado al centro de la tierra o probablemente al mismo infierno cuando se las vio negras para encontrar trabajo y supo por fin que el mundo laboral no era como lo pintaba, mucho menos la vida en sí.

Por suerte sus amigos con los que compartía departamento estaban en el mismo barco que él, con excepción de Do KyungSoo, que había estudiado con él y que se había graduado con honoríficos, recibió unas ofertas de empleo y BaekHyun no iba a mentir, se había sentido hasta cierto punto celoso de que su compañero tuviera opciones cuando él tenía que ir a decenas de entrevistas para terminar en un lugar promedio.

Pero tampoco era una persona resentida, BaekHyun sabía que KyungSoo tenía excelente sazón y era muy dedicado a todo lo que hacía, y aunque él también le dedicaba su tiempo a los estudios y a la cocina, BaekHyun siempre se sentía más relajado, por lo que se terminaba regañando a sí mismo porque quizá debió prestar más atención en algunas cosas y practicar más otras.

Por otro lado, MinSeok estaba de pasante en un taller de diseño, lo que lo dejaba extra agotado, con los nervios de punta y el estrés en las venas, porque cada noche lo escuchaban retar, aventando la puerta mientras decía que no sabía qué mierdas pasaba por la cabeza de su jefe y que él pensaba renunciar al día siguiente.

Pero claro que no lo hacía, se arreglaba como cada mañana con sus trajes ajustados que BaekHyun y ZiTao le habían ayudado a elegir para que deslumbrara a todo el mundo el día de su contratación.

El problema estaba en que MinSeok al ser un simple pasante, recibía menos paga de la que un trabajador normal, por el mismo trabajo. Eso era quizá lo que más lo jodía y lo hacía sentirse frustrado.

ZiTao por su parte era adinerado y no se preocupaba de la vida, estudiaba modelaje aunque BaekHyun no sabía si realmente existía una carrera para eso y tenía un novio acaudalado que siempre le cumplía sus caprichos.

Los tres muchachos siempre suspiraban frente al televisor porque sus vidas amorosas no eran tan afortunadas como las de Huang y seguramente nunca lo serían, o al menos eso era lo que habían creído.

Porque BaekHyun no podía dejar de sonreír desde ese día en que salió a atender a un cliente especial, como le había dicho el gerente del restaurante donde trabajaba. Así que ese día se había alisado las arrugas del mandil impecable para salir a recitarle la comida a aquel hombre afortunado.

Y fue en ese momento que las manos de BaekHyun temblaron por primera vez en el trabajo, fue un pequeño golpeteo el que aceleró su corazón, unos ojos sobre su rostro, demasiado expectantes, pendientes de cada uno de sus movimientos, los cabellos bien peinados y la tez clara, aquel hombre de perfectos cabellos peinados acorde al traje caro que traía, hizo que las piernas de BaekHyun flaquearan por un momento.