La pantera descontrolada

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Capítulo 14. La pantera descontrolada

Grimmjow no podía creer que había escuchado un desafío tan directo por parte de Stark. Jamás imaginó que el primer Espada tuviese reales intenciones con Roxanne, y ahora que lo sabía, no dejaría que se la quitaran fácilmente.

Por otro lado, Roxanne seguía ordenando sus cosas en su pieza, cuando fue interrumpida por Ulquiorra.

—Roxanne, quería saber si ya estabas lista para que hablemos del plan de mañana.

—Claro Ulquiorra, déjame guardar estas cosas y bajaré enseguida. Avísale a Stark y a la sexta que deben ir al comedor—contestó amablemente la de cabellos negros.

—Como mandes, Roxanne—susurró, dejando los aposentos de la mujer.

— ¿Qué pasa Ulquiorra? Tienes una cara terrible—comentó el peli castaño que estaba muy alegre.

— ¿Y tú por qué estas tan contento? —preguntó el de ojos azules, sospechando de la actitud del primer Espada.

—Es que me estoy divirtiendo mucho aquí.

—Roxanne me dijo que teníamos que juntarnos en el comedor, iré por Grimmjow—dijo sin ninguna emoción, mientras caminaba hacia la habitación del peli azul.

—Ya verás, no dejaré que te quedes con ella—pensó la sexta, cuando escuchó a alguien hablándole del otro lado de la puerta.

—Grimmjow, tenemos junta ahora, baja—ordenó el de ojos verdes sin esperar la respuesta del hombre rudo.

—Qué aburrido, yo lo que necesito es acción—se dijo el aliado de Aizen, bajando lentamente las escaleras.

—Bueno, ahora que están todos voy a hablar de lo que haremos mañana—dijo Roxanne algo distraída.

— ¿Te pasa algo my lady?—preguntó preocupado el de ojos azules.

—No te preocupes Stark. La medicina está haciendo efecto recién, por eso me siento un poco mal, pero se me pasará—aseguró la de cabellos largos, sentándose en la cabecera de la mesa.

— ¿Cuándo vamos a patearle el culo a alguien? Me estoy aburriendo—comentó Grimmjow, cansado de estar sin hacer nada.

—Ya se los dije. Vamos a entrar a la escuela en donde están los shinigami, pero no pretendo pelear contra ellos aún—contestó claramente la de ojos morados, haciendo que la sexta se enfadara.

—Es un entrenamiento, no una visita social. Vinimos aquí a matar y a cortar cabezas. Si tú quieres proteger a ese shinigami es asunto tuyo, lo que es yo, mataré a Kurosaki—aclaró Grimmjow, parándose de la silla.

— ¿A dónde crees que vas sexta? —cuestionó desaprobando el comportamiento de la Pantera.

—Donde yo quiera—desafió, mirándola a los ojos.

—Te quedas aquí, es una orden.

—Tus órdenes me interesan una mierda—contestó, seguro de lo que decía.

—Si no te gusta, puedes irte del grupo. Después de todo, yo siempre supe que eras demasiado débil para estar con nosotros—acotó burlándose del Espada.

— ¡Ya me aburrí de esta mierda! —exclamó el de cabellos azules, acercándose rápidamente a la joven para llevársela sin que Ulquiorra y Stark pudieran reaccionar.

— ¿Dónde diablos estarán? —se preguntó el de la melena.

—Tenemos que encontrarlos, sabes muy bien en qué condiciones estar Roxanne—advirtió el de cabellos negros.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora