s e m p i t e r n o

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sin editar.

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Hola, ángel, eres como una pintura
Cuando miro al cielo solo te veo a ti
Cuando las luces de la calle se apagan,
y la luna desaparece, sigue iluminando
porque la estrella que el cielo dejó caer eres tú.
Por alguna razón me rio cada noche.
Cierro mis ojos pero no puedo dormir.
Me quedo despierto toda la noche pensando en ti.
Tu sonrisa brillante me hace respirar.
Tú, tú probablemente
escondes tus alas tras tu espalda.
Todos pueden ver que eres mi único angel,
puedo volar sólo si estoy contigo.
El cielo te ha dado todo,
otorgó todo y el mundo te otorgó a mí.
Te mantendré a mi lado,
así no podrás huir al cielo
Para poder abrazarte.

()

Sus largas piernas colgaban del puente, la fuerte brisa de aquella fría noche golpeaba su rostro y hacía que su pelo rojo se moviera de una manera desordenada.

Tirarse.

Era lo único que tenía que hacer, tirarse. Y caer al agua donde nadie lo encontraría. Ahogarse en sus penas y por fin ser libre de toda aquella basura que lo mantenía atado al pasado. Por más que él quisiera olvidarla, esos malditos recuerdos volvían. Y ya no lo soportaba.

Tirarse.

Ya no daba para más, nadie lo extrañaría. Nadie lo detendría. Ya quería largarse, y nunca regresar. ChanYeol no quería regresar. Todas las mañana despertaba con su almohada mojada por las lágrimas que inconscientemente salían de sus gemas al dormir. No tenía a nadie. Ya no.

Tirarse.

Sus padres lo abandonaron. Era una carga. Nunca tuvo una persona con la cual jugó fútbol. Nunca tuvo una persona que lo llevara al parque. Nunca tuvo a alguien que le cocinara deliciosas galletas. Nunca recibió amor. Nunca recibió una sonrisa. Nunca recibió un abrazo. Nunca recibió calor.

Tirarse.

Sentía su corazón en la garganta, sentía que en cualquier momento iba a salirse. Lo único que podía oír eran los fuertes latidos del órgano que bombardea sangre. Solo tenía que soltarse y todo terminaría. Era fácil decirlo pero difícil hacerlo.

Tirarse.

Sus manos temblaban, quería pero no podía soltarse. Quería pero no podía acabar su vida. Él pensó que solo era tirarse y ya, pero ahora que lo tiene de frente le costaba hacerlo. Su vista estaba puesta en el agua, que en esos momentos estaba en estado de calamidad.

Tirarse.

Tirarse era lo único que tenía que hacer para dar un último aliento, un último suspiro, una última vista a este mundo, y por fin una última sonrisa sincera, para después caer y perderse en un nuevo mundo, del cual nunca regresara.

()

Pedaleaba rápidamente, una gran sonrisa decoraba su rostro mientras la brisa pegaba bruscamente contra su rostro haciendo que sus cabellos castaños se movieran en todas las direcciones. Lo único que podía oír era a la brisa.

Sempiterno ✧ ChanBaek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora