Capítulo VI
Final
Lo único que noté y escuché fueron los ligeros estallidos de las dulces, aunque agrias, burbujas reventando en el agua que fueron formadas por alguien con sus propias lágrimas de angustia.
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Sentí entonces las frías y húmedas manos intentando secar lo que había sollozado. Miré a mi locutora sonriendo con ese carisma que tanto la caracterizaba. En sus ojos almendrados me daba ánimos y entendimiento. Era..., era simplemente mágica.
"Te haz enamorado de una sirena", escuché a mi mente delirar.
Devolví la mueca alegre para ella, para después incorporarme relajadamente una vez más de pie.No dirigí palabra alguna, tampoco quería pensar en el ridículo show que sin duda cometí. Al observarla constantemente durante todo este tiempo apegados uno al otro, me había hecho una idea de lo que ella ahora pensaba, sentía, decía, amaba, a lo que le sonreía y a lo que no le importaba igual.
Descifrar a Frisk no era difícil, ni por lo menos un desafío agobiante; la "semi pez" poseía una característica muy similar a la de un libro abierto.Entonces..., ¿por qué?
¿Por qué ahora no sabía nada?
¿Por qué ahora su mirada puesta en sus vitrinas color almendra me parecían desconocidas?
¿Por qué en su sonrisa no se encontraba la misma transmisión de armonía gloriosa que tanto me satisfacía?
No comprendo.
No la comprendo.
Ahora es más difícil saber lo que sucede en su mente. Tan difícil como hacer que Jerry recupere la señal de Wi-Fi barata que siempre cae.Aquella tarde melancolía, no dirigimos vocabulario ni compartimos ideas. Me fui de su presencia con desdicha, hubiese bastado aunque sea una simple despedida, sin embargo, temo decir que para nada se dio así, solamente continué el camino de rutina diaria, y caminé y anduve hasta llegar a mi punto de partida.
—Ya haz regresado de tu caminata.— suspiró aliviada de verme en casa Toriel, como todos los días tomé asiento en el sofá que me parecía ahora incómodo.
—A decir verdad, no tenía pensado volver...
Extrañada de sentimiento revuelto con angustia se dirigió hasta el rincón del mueble donde yo solía descansar.
—¿Qué sucede, cariño? ¿Te duele algo?
—¿Por qué la pregunta?
—Sabes que tú eres como un libro abierto para mí, y puedo ver que no te sientes bien...
—¿Un libro abierto?— repetí pensante ante el comentario, —"Un libro abierto siempre es más fácil de leer" Más no de comprender.— acomodé más firme mi postura y, con un sobre salto, me levanté del lugar señalado. —¡Tori!
—Dime, Sans.
—Discutiremos nuestra relación después. Me tengo que ir.
—¿P-Pero a dónde?— en su rostro se difuminaba la confusión, podría decir que hasta la curiosidad. Pero con el corazón dolido en mano, no respondí ante la duda y a paso veloz salí de la estancia.
Corrí apresurado, como si el tiempo me estuviese persiguiendo y pasándome por los huesos. Tomaba ligeras bocanadas de aire y continuaba sin pretensiones a detenerme.
Tenía que llegar a verla, tenía que llegar hasta ella, porque ahora ya lo entendía todo.El por qué sus mejillas ya no tenían el color carmín.
El por qué sus pupilas ya no se dilataban de la misma manera cuando me veía venir hasta ella.
El por qué no dirigió palabra alguna.
El por qué su sonrisa no estaba del todo tranquila.
El por qué yo no podía comprenderla. Por qué ni siquiera ella misma se comprendía.—¡Frisk!— grité a los cuatro vientos contra atacando a la ligera ventisca de Waterfall. Aunque ninguna respuesta salió a flote.
—¡Frisk! ¡Frisk!— repitieron la casi totalidad de flores eco con mi clara voz de tristeza.
—¡Frisk!— grité aún más y más fuerte, pero fue en vano.
Finalmente me dejé caer entre la tierra húmeda cerca de nuestro entorno donde siempre nos encontrábamos, en ese río cristalino, y ese silencio convertido en frío.
De la nada, una voz infantil se incorporó cerca de mi esencia gritando y avisando cada momento más grave, con entusiasmo e incredulidad, que, de una vez por todas, la barrera había sido destruida.
Rompí entonces en llanto, uno tan profundo como una estaca apuñalando a lo más profundo de mi alma.
Ese siempre fue su plan, y nunca la hubiese podido parar.
No importa si le hubiese dicho que mi corazón muere con el suyo.
Tampoco le hubiera importado una propuesta de matrimonio.
Y mucho menos el amor de este viejo saco de huesos.■■■
Soy un asco para los finales :'v
Perdónenme :c no era mi intención dejarles esta historia sin final por un muy largo tiempo.
Es que..., eran épocas navideñas hehe..., pero hablo en serio, lo siento muuchoAhora, el final es creo un tanto malo..., voy a ver si lo puedo reparar después. De hecho, tengo planeado editar varias historias (todas son una kk)
En fin :3 muchas gracias por leer este pobre intento de una fea escritora ♥
¡Los quiero muchísimo!
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▲ MERMAID ▼ [Frans]
Fanfic"¡Oh! ¡Pobre de aquel hombre que siga el canto hermosamente putrido de las sirenas en el mar! Pues quien sigue su camino incondicional a esa horrible criatura, será devorado por el peor de los pecados terrenales." ■ Inspirado en La Sirenita ■ La ima...