Capitulo 3

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Las converses desgastadas daban contra el pavimento húmedo de aquella tarde, la briza otoñal golpeaba mi cuerpo empujándolo hacia atrás provocando que mechones de mi cabello se muevan al compás con el viento, algunos tapando mi campo de visión. La gente caminaba paseando a sus mascotas y algunos cuales corrían ejercitandose. Todo a mi lado se movía con prisa mientras yo tardaba más de lo normal en caminar alguna que otra manzana. Pequeñas tiendas de ropa me rodeaban, pero sin la valentía suficiente no me atrevía a entrar a alguna. No es que no tuviera el dinero, mi nueva madre se aseguró de darme lo suficiente para algunas prendas. Pero era el temor de entrar sola y que quien estuviese adentro me viera me empujaba lejos de atreverme. Y es que ¿Que se supone que iba a comprar?

A lo lejos vi algo que me llamó la atención, y es que el cuadro de la vitrina me había llamado tanto que no pude resistirme a entrar a aquel lugar. Estaba vacío. Ni una alma se encuentra dentro del lugar. Suerte para mi.

Era una tienda de antigüedades, había desde relojes a artefactos no usados en el tiempo actual. Mis pies me guiaron hacia atrás del local, donde un perchero se encontraba con chaquetas guindando de el.

La curiosidad se apodero de mi, y no pude resistirme a probarme una que otra chaqueta no hasta llegar a la que pienso yo me sienta mejor.

—Realmente se te ve bien la chaqueta.

Voltee en acto de sorpresa, detrás mío un hombre canoso me miraba detenidamente.

—Yo...lo siento. —prosigo a quitarme la chaqueta. Qué vergüenza. —Ya me voy.

Giro en mis pies dispuesta a marcharme de cabeza gacha no sin antes oír la voz ronca y gastada en aquel lugar.

—Oh no, no te preocupes. Hace mucho que no veo a alguien tan joven como aparentas ser, entrar a mi tienda. A excepción claro de mi viejo cliente y amigo. Puedo presentir que son de la mismo edad o cerca a ello. Ahh...¿Dónde andará? —Frunce el ceño—, ¿Eres nueva cierto? ¡Pues claro que si! Si no lo fueras podrías recordarte.

Miro al perchero.

—¿Está a la venta la chaqueta?

—Bueno...¿aquél perchero está en una esquina por una razón no? —hace un gesto con la mano—, No. No está a la venta. Era de mi esposa, amaba verla con ella puesta. —Sonrío— Esa chaqueta guarda muchos recuerdos y verte a ti me hizo por un momento recordarla. Así que llévatela y espero que tú también construyas historias con ella tal como mi Emily lo hizo conmigo.

Me quede helada después de ese discurso y la verdad no comprendía porque siendo que fue de su esposa la vendería a alguien que ni conoce bien.

—Te la regaló.

—¡Oh no! No podría. Definitivamente no. —di dos pasos alejándome—

—Mira...

—Brook —termine por el.

—Mira Brook acéptala y tal vez de vez en cuando puedas venir a visitar a este viejo —sonríe cálidamente.

Estaba a punto de replicar cuando me dijo

—Anda llévatela.

Me dio una bolsa y puso en ella la chaqueta.
La tome y despues de haberle dirigido una mirada de confusión, salgo de la tienda pero en un torpe movimiento chocó con una sólida figura y al levantar la mirada palidezco.

-Jeff??

-Brook?!

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2018 ⏰

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