Se acercaba la fecha para el baile de Navidad que el Club de las Eminencias ofrecía a sus integrantes y aquel invitado que quisieran incluir, ellos pensaban a quienes podrían invitar, en el caso de Teddy, él sabía que su invitada sería Andrómeda. Lily, pensaba y pensaba a quien invitar pero no se le ocurría a quien llevar, se había dado por vencida e iría sola, en el caso de Cissy invitaría a Ben sin importarle mucho lo que pensarían las otras personas, Ariana y Remus ambos son parte del club y él pensaba invitarla solo que esperaba el momento adecuado.
...
— ¿Cómo estás, amor? — le pregunto, Teddy al llegar junto a Andrómeda.
— Hinchada, muy hinchada... — soltó una pequeña risa al final.
— Te amo — dijo Ted sin más.
— Yo más — lo abrazo como pudo y lo beso.
Se quedaron conversando por horas, hasta que se acercaba la hora de volver a clases, Ted ayudo a Andy a levantarse y antes de que partiera le hizo la pregunta — ¿te gustaría acompañarme al Baile de Navidad? — dijo, Teddy.
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— Slughorn me odia — fue lo primero que salió de su boca.
— ¿Por qué lo dices? — pregunto sin entender
— Me parece muy extraño quienes desafiamos a los Black no estén en el club, Sirius no está en el club, ni yo y no te parece extraño que cuando Bellatrix aún estaba aquí era parte, además de Regulus que no tenía las más altas calificaciones, hasta Cissy es parte del club — explico, Andrómeda.
— No lo había visto de esa manera, debe haber otra razones — aseguró, Ted.
— ¿Otras razones por las cuales no aceptar a dos sangres puras de las familias más viejas del mundo mágico?, no lo creo — exclamó, Andrómeda — además él era amigo de mi madre... — se quedó callada por unos segundos — ¡Él le está diciendo a mamá! — grito y se fue del lugar en busca de su hermana.
— ¿Entonces... me acompañarás? — susurró al verla partir.
...
Podría ser que Lily Evans ya estuviera preparada para ir sola al Baile de Navidad, pero James Potter no lo permitiría, aunque él no fuera parte de ese club, le ofrecería su compañía para tal baile, pudo observarla y se dignó a acercarse mientras se acomodaba el uniforme.
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