Capítulo VI: Duelos decisivos - Parte 1.

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- ¡Buen día bella durmiente! ¡hoy sí que te gané en estar lista para irnos!- alardeó con tono de victoria mi compañera de cuarto mientras cepillaba su cabello con su mirada fija en mí esperando alguna reacción.

-Ay... necesitas más que levantarte una hora antes que yo para ganarme...- dije con una amplia sonrisa dejando las suaves telas con las que me arropaba a un lado, permitiéndole ver mi reluciente uniforme ya puesto, inclusive, mis zapatos.

-Pero cómo...-.

- Estoy despierta desde las 3:26 de la mañana, me comenzaba a aburrir, por lo que decidí vestirme para solo cepillarme al levantarme ya que, tal como pensé, me volvería a quedar dormida- dije mientras tomaba un cepillo para imitar los movimientos de mi compañera en mi cabellera.

-Qué astuta... cambiando de tema, ¿porqué te desvelaste?- en un tono lleno de curiosidad.

-Nada interesante, desde mis 6 años he tenido sueños y pesadillas que me despiertan a esa hora, unos minutos más o unos menos, pero siempre entre las 3 y 3:40 de la mañana.- mencioné mientras nos encaminabamos al primer piso de los dormitorios hasta salir del edificio hacia el B para una supuesta clase de acondicionamiento físico.

-Buenos días encantadoras damas, ¿desean que les acompañe hasta su edificio?-.

-Vaya, ¿cómo es que un día dices que no me incumbe y al siguiente nos quieres dejar en nuestro edificio eh?- dije cruzándome de brazos ante el joven de cabellos plateados ahora con su uniforme de la clase Anef y unos zapatos formales de negro.

-Bueno, supongo que te debo una disculpa por eso Amrise... -mencionó con un leve suspiro arrodillándose frente a mi tomándome de la mano-.

-¿Pero qué estás haci-...?-.

-Sea lo que sea, te debo la vida y... fué sumamente descortés de mi parte el tratarte así... -acercando mi mano a sus labios- por favor, perdóname princesa.- concluyó plantando un cálido y ligero beso en mi mano.

-Tch... está bien pero levántate, que ya has atraído miradas...- dije entre susurros.

-¿Y?... ¿le incomoda que piensen que tenemos algo más que una simple amistad?-.

-Bastante, aún más porque desde que llegué, todo hombre con el que he entablado una conversación, piensa que tiene derecho de tratarme con demasiado afecto por solo haberme conocido en cinco minutos- refunfuñé continuando mi andar seguido del dúo.

-En realidad no todos, el chico Mirose que... creo que era Newt su nombre... y Ray, no te han tratado así.- exclamó Fleur igualando mi paso.

-Gracias por el dato, querida- con un ligero sarcasmo.

-Denada linda- con una sonrisa de victoria.

-Bueno, si tanto te molesta, puedo decir que soy un pariente lejano.- mencionó el joven llevando sus manos a la parte posterior de su cabeza, con una amplia sonrisa caminando a mi lado izquierdo-.

-No importa... en fin, ¿no se te hará tarde para la primera clase si nos acompañas?-.

-¿Hmm? No, pasé por el salón y había una nota del profesor afirmando que llegaría una media hora tarde, además que es historia, lo más probable es que estuve en los sucesos que estudiaremos o almenos, tengo conocimiento de ellos.

-¿Eh? ¿Cuántos años tienes entonces Zero? Pensé que tendrías unos 21 o 22 años...- cuestionó Fleur viéndole fijamente-.

-Wow... para cuando tuve esa edad era tan solo un pequeño niño... supongo que... deberías sumarle 100... o 500... o 612 para ser preciso.- dijo entre risas abriendo la puerta del edificio gesticulando un ademán de que pasaramos primero al interior.

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