Los gremios comenzaron a ser algo popular. Fue un año donde la gente abandonó sus hogares y la mitad de la gran capital se movilizó a un espacio más rural. Se movilizaba mucho dinero en este sistema. Por cada grupo de personas dirigía un líder, quien tenía una mano derecha el cual casi siempre era su mejor amigo, que le seguía de un médico o varios encargados de la salud del clan. Muchas personas se cambiaban de gremio, inmigrar era algo muy común. Algunos de los gremios más grandes lograron tener cerca de 10000 personas. Pero obviamente, en promedio, cerca del 47% de las personas de un gremio no formaron parte de este cuando se formó. El líder y el médico son los únicos que no tienen permitido salir jamás del grupo. Fue evidente, este negocio solo duró un año. Muchos escolares tuvieron que retomar las clases y repitieron un año, algo que fue muy beneficioso, puesto que se les enseñó lo mismo del año pero con más bases en la educación, más valores, más personalidad. Y cerca del 75% de los alumnos de los colegios tuvieron que repetir, puesto que se quedo únicamente un 44% del país en las ciudades, siendo en su mayoría personas entre los 25 y 80 años. Se habla de solo un 30 a un 36% de los niños de 0 a 19,5 años se quedaron en la ciudad. ¿Cifras alarmantes? No lo creemos, fue un importante avance en la economía de 20 países sometidos a los gremios. Pero fueron 25 los involucrados, y 5 salieron muy mal parados por la corrupción del país o la escasez. Entre los que más se destaca en el avance fueron Pufflelandia, quien avanzó su economía casi al doble de lo que era antes, volviéndose potencia mundial con este sistema, uniéndose a los otros dos países que eran de esta categoría. Las escuelas funcionaron así:
A: Se enseñó en A a manejar la magia, la música, la lengua y la historia. Su color era el verde.