Los alumnos en los pasillos fueron retirándose poco a poco, yendo todos al comedor. Giselle se encontraba caminando en dirección contraria, siendo escoltada por tres semidioses y un sátiro. Myles había vuelto con sus amigos, decidiendo pasar por alto la situación, sin embargo la rabia que sentía no desapareció. Había quedado en ridículo frente a sus amigos y varios compañeros de clase, se sentía extremadamente humillado y no era un sentimiento que se esfumaría pronto.
Una vez que Giselle giró en la esquina del pasillo, se encontró a solas con el grupo de desconocidos. La castaña rojiza detuvo su paso y abrió una taquilla, guardando la laptop.
—Sé que estaban siguiéndome —Dijo Giselle —. Quiero explicaciones, ahora.
Giselle había notado la mirada de los adolescentes cuando ella pasó al lado suyo minutos atrás. Las posibilidades de que sea una casualidad eran mínimas, aún más todavía si teníamos en cuenta que indiscretamente iban detrás de ella.
Entre los cuatro se observaron, preguntándose qué responder. Finalmente, fue la rubia quien decidió hablar primero.
—No podemos decirte ahora mismo, hemos de asegurarnos que no hay peligro —Habló Annabeth, la rubia volteó y le echó una ojeada al chico con muletas —¿Has olido algo?
Elle frunció el ceño con confusión, miró a Grover, esperando que devele una explicación.
—El edificio es demasiado grande —murmuró Grover —. No hay manera de asegurarnos de que no haya un monstruo, a menos que recorramos el edificio entero.
—¿Monstruo? —preguntó Giselle, desviando la mirada con nerviosismo —Como... ¿Cíclopes y Arpías?
Annabeth observó a la chica con la mirada ida, como si estuviera pensando en cómo contestar a aquella pregunta o cómo es que Giselle había acertado a la primera.
—¿Sabes de mitología griega? —Preguntó Grover, sin esperarse que la chica adivinara.
—Digamos que... —Giselle llevó una mano a su cabello, para agarrar un mechón y comenzar a enroscarlo en su dedo índice —un poco.
—Bien, entonces así será más fácil —dijo Thalia —. Pero es peligroso decirte aquí, una vez que lo sepas correrás más riesgo.
—¿Vives con tus padres? —Pregunta Percy, esperando que los mellizos vivieran con un solo padre, o con ninguno.
Al ver a Giselle asentir, los cuatro se miraron entre si, sabiendo lo que probablemente sucedería. Creían que sería mucho más difícil de asumir para los mellizos que uno de sus padres no es biológico.
—Mi nombre es Annabeth —dijo la rubia y presentó a los demás: Grover, Percy y Thalia —. Debemos irnos de inmediato, tú y tu hermano están en peligro.
—¿Peligro..?
Giselle no pudo terminar lo que iba a decir, siendo interrumpida por Thalia.
—Sí, lo explicaremos de camino a tu casa —Dijo Thalia, empujando a sus amigos para que comenzaran a caminar —. Por mientras, tenemos que traer a tu hermano ahora mismo.
—Eh... ¿Chicos? —Murmuró Grover —Hay monstruos cerca.
Elle, con su mano derecha rebuscó en el bolsillo de su saco, buscando por su celular.
—¿Qué buscas? —Preguntó Percy.
Giselle sacó su móvil, dispuesta a llamar a su hermano para que saliera de la escuela junto con ellos, sin embargo Thalia interfirió. Le arrebató el aparato de su mano y lo lanzó contra las taquillas. El celular cayó al suelo hecho pedazos y con varias piezas esparcidas. Elle la miró con su mandíbula en el piso y con los ojos desorbitados.
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𝐋𝐢𝐞 ᴾᴶᴼ
Hayran KurguEllos creían ser semidioses como cualquier otro, sin embargo, poco a poco descubren que algo no encajaba. Estaban condenados a una vida llena de peligros. ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ Elle y Myles, luego de perder a su padre, son adoptados por una hiperactiv...